‘Juego de Tronos’ Diez años de una serie que nos regaló inolvidables personajes femeninos | HBO

Quizás os parezca difícil de creer, pero había vida antes de Netflix. De hecho, HBO era la reina del cotarro, y su calidad era y sigue siendo incontestable. Cuando imperaba la calidad sobre la cantidad, un 17 de abril de 2011, HBO estrenó ‘Juego de Tronos’, lo que años después se convertiría en un fenómeno colosal e insólito.

Diez años después, todavía seguimos conmocionados con esa primera e inolvidable temporada. Lo que vino después fueron siete temporadas más con personajes y tramas imponentes, que quedarán en nuestra memoria para siempre.

La serie fue creada para contentar y reclutar hasta aquellos que nunca habían sido seducidos por este tipo de series. Y por eso, gente como yo, nada atraída por la fantasía y las series medievales, viene hoy a hablar de esta serie y de todas esas mujeres protagonistas de la trama, y reinas de ‘Juego de Tronos’ que mostraron al mundo que las mujeres también tienen poder y aptitudes para gobernar los Siete Reinos y todo lo que se ponga por delante.

Obviamente, si has llegado hasta aquí, deberías haber visto ya la serie. Si aún no has la has visto, este post viene repletito de spoilers. Avisada quedas.

‘Cuando juegas al Juego de Tronos, o ganas o mueres’ – Cersei Lannister.

Una de las verdades más absolutas de las series es la de amar a Cersei Lannister por encima de su crueldad e inmoralidad. Cersei jugó a ser la mejor villana de los Siete Reinos, y ganó por goleada. Esa es Cersei, una mujer que juega a ganar y gana, y si pierde, ten por seguro que lo pagarás caro.

Cersei Lannister ha sido la reina en un mundo diseñado para ser manejado por hombres. Sus fortalezas han sido su inteligencia y su inhumanidad. Con el paso de las temporadas, ha ido haciendo grande su frase de ganar o morir. Lo dijo, y no la creímos. O ganas o mueres. Y así fue. Cersei nunca se anduvo con rodeos. Muchos hombres trataron de destruirla y acabaron con su cabeza en una pica o saltando en mil pedazos en el Septo de Baelor.

Hablar de las mujeres de ‘Juego de Tronos’ es hablar de ella indudablemente. Muchas veces la obviamos por su crueldad, pero es puro empoderamiento. Una mujer que empezó siendo la esposa de un rey inútil con sus vestidos de reina y terminó despojándose de toda floritura y forjando una mujer hecha a sí misma, humillada y vapuleada sí, pero que supo reponerse, ponerse su coraza y sacar fortaleza para ser la reina de los Siete Reinos.

Como casi todos los personajes de la serie, al final Cersei mereció más. Su muerte fue una paradoja bastante absurda, y resulta muy desatinado que una mujer indestructible ante los golpes, un ave fénix que resurge de sus cenizas, acabase aplastada por una pared de ladrillos.

‘No sabes nada Jon Nieve’ – Ygritte

He de decir que Ygritte nos trajo una de las verdades más grandes de todo ‘Juego de Tronos’. La guerrera que enseñó a Jon Nieve los placeres maritales, nos avisó que el Bastardo de los Stark no tenía ni idea la vida. Ygritte fue otro ejemplo de mujer sabia, independiente y luchadora y por qué no, otras de las olvidadas que salvaron al hijo ilegítimo de Ned Stark y como recompensa acabaron hechas un colador en sus brazos.

‘Quiero que sepa que fui yo’ – Olenna Tyrell

La matriarca de la casa Tyrell, carne de memes por su vestimenta, es una señora de las que ya no quedan. Elegancia en estado puro. Siempre apuntó maneras y supimos sin dudarlo que ella y su nieta eran las que hacían grande a la Casa de Altojardín. La asesina confesa del repugnante Joffrey y uno de los huesos más duros a los que se ha enfrentado Cersei.

Murió sentada y envenenada por Jaime Lannister, eso sí siguiendo las órdenes de su hermana Cersei. Como siempre, con un as en la manga, dejó a Jaime descompuesto, Y por eso, y por quitar del medio a uno de los personajes más sanguinarios y sádicos de toda la serie, Olenna Tyrell, es otro ejemplo de mujer digna y noble que nos dejó esta serie. Y de paso, un aplauso por Olenna y por regalarnos un momento sin muchas florituras, pero con una confesión palpitante y perturbadora que todavía hoy nos pone la piel de puntos.

‘Cuando cae la nieve y soplan los blancos vientos, el lobo solitario muere, pero la manada sobrevive’ – La Reina en el Norte, Sansa Stark.

Sansa Stark fue criada para ser la mujer del señor de una casa. Y nunca opuso ninguna resistencia, de hecho, era más que feliz con su rol en la sociedad. Fue muy criticada por ello y muy odiada. Es lo que tiene tener una hermana guerrera que no se conforma, que todo los demás, a su lado, parecen muejeres débiles e inútiles. El caso es que hubo gente incluso que llegó a afirmar que merecía todo lo que Joffrey le hizo, porque fue ella quien eligió estar con él.

Acostumbrados a juzgar a aquellas mujeres que aceptan su rol, nos olvidamos que Sansa solo cumplía con su deber y Joffrey, futuro rey de los Siete Reinos, era lo mejor que le podía pasar en la vida. A mí siempre me gustó Sansa, fue una superviviente y una mujer real, criada para un propósito que se le puso en contra y que supo superar. No hay que ser fuerte, ni sobreponerte a las atrocidades y violaciones de un hombre. No es nuestro deber como mujeres ser supervivientes. Nuestro derecho es ser libres, y Sansa, consiguió su libertad ella sola, derribada y humillada como la que más, terminó siendo la Reina en el Norte, por derecho propio y no por matrimonio. Y esa es la mejor lección que nos deja ‘Juego de Tronos’.

Sansa comenzó siendo una ingenua y terminó ganando la Batalla de Bastardos, porque sí, señoras y señores, fue Sansa quien ganó esa batalla a pesar de Jon Nieve. Subestimada por su propio hermano por ser mujer, terminó dándole una bofetada a Jon Nieve y dando de su propia medicina a Ramsay. Sansa es uno de esos personajes con un desarrollo descomunal y fundado, que encima, tuvo la suerte de tener el final que se merecía. The Queen in the North.

‘Cuando la gente pregunte qué pasó aquí, diles que el Norte recuerda. Diles que el invierno llegó por la Casa Frey’ – Arya Stark

Cuando conocí a Arya Stark, tuve claro que se convertiría en un nuevo referente para todas esas chicas que nunca quisieron ser princesas. Arya es un ejemplo de mujer con aspiraciones en la vida que sobrepasan lo que se había pensado para ella. Y es que, la propia Arya Stark lo decía, ‘yo no quiero ser una dama’. Lo que si fue es un ejemplo de mujer. Luchadora de alma indomable, que fue desarrollando un poder a base de trabajo y ahínco.

Todas teníamos claro, que Arya Stark haría grandes cosas, y no defraudó. Con una frialdad al nivel del propio señor de la noche, Arya destruyó a la mayor amenaza de Poniente y casi sin despeinarse. Pero no solo eso, en sus manos estuvo el honor de su familia y lo defendió como la loba que es, vengando la inolvidable e imponente boda roja. Impecable y sigilosa, destruyó a la casa Grey de un plumazo y salió del salón como la reina de las reinas que es.

Hablar de las mujeres de la serie, es poner a Arya en el centro de todas las miradas. Es celebrar que una serie, se olvide por un momento, de las tramas fáciles de chicos guerreros y mujeres princesas y ponga delante de millones de espectadores a mujeres como Arya Stark, empoderadas e independientes que demuestran que el poder no es cosa de hombres.

‘Dracarys’ – Daenerys Targaryen

Daenerys ha sido un personaje difícil, de los que o amas u odias. Ocurre con ella algo parecido a la sensación que deja Jon Nieve. Si la odiaste desde el principio, haga lo que haga seguirás odiándola. Yo siempre amé a Daenerys. Madre de dragones y luchadora de las causas perdidas. Utilizó sus armas para liberar a los pueblos. Unió las ciudades libres y las convenció para que lucharan por ella.

Daenerys fue un ejemplo de cómo forjar un reino, desde la integración y la igualdad. Siempre luchó contra la injusticia, haciendo uso de la justicia. Y sus dos errores tienen nombre y apellidos y se llaman Tyrion Lannister y Jon Nieve. Era de prever que iba a acabar como su padre (El rey loco), lo que nadie esperaba es que destrozaran la memoria de un personaje que fue un ejemplo para muchas mujeres, de una manera tan bochornosa e infundada.

Daenerys salvó dos veces a Jon Nieve y perdió dos dragones. Y luego él la traicionó. Ese es el mayor error de ‘Juego de Tronos’. Recuerdo con cabreo y furia ver como la prisa y la urgencia por dar carpetazo a la serie terminaron atribuyendo a Daenerys los mismos clichés machistas que veníamos viendo en otras series. El cliché de mujer histérica que hay que quitarse del medio, porque borrachos e ineptos si pueden reinar, pero nunca podemos dejar que una loca nos gobierne a todos.

Pero lo cierto es que, mientras la Madre de Dragones rompió cadenas y liberó esclavos en su camino al Trono de Hierro. Jon Nieve fue salvado por cuatro mujeres diferentes y terminó siendo un héroe. Una lástima que una serie tan importante y con tanta repercusión, nos dejara tan agrio final para Daenerys que por lo menos merecía no destrozar lo que tanto le costó conseguir. Para aquellas que la admiran, el mejor recuerdo de este personaje será el de una mujer que tenía una meta, e hizo de ella su vida, a base de justicia y dedicación.

Han pasado diez años desde su comienzo y casi dos desde que acabara. Podría haber sido mucho más de lo que terminó siendo si hubieran sabido manejar mejor el cierre de las tramas. Pero no podemos olvidar que, durante 8 años pudimos vernos y sentirnos representadas en las mujeres de esta serie. La valentía de personajes como Arya, Lyanna y Brienne. La justicia de Daenerys. O la fortaleza y sabiduría de Olenna, Sansa y Cersei. Todas ellas hemos sido nosotras en algún momento y aunque no hayan acabado como merecen, lo que está claro es que siempre estarán ahí y nos harán recordar la importancia de los roles femeninos en series con tanta repercusión mundial.

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