Charlamos con Azra Deniz sobre el proceso creativo tras ‘Ghosts’ (2020)

Nacida en Estambul, Azra Deniz Okyay empezó a hacer fotografías a los 12 años, y pasó a ser ayudante de la fotógrafa Dora Gunel a los 14. Tras terminar el instituto se mudó a París para estudiar cine en La Sorbona, donde se graduó y cursó un Máster. Trabajó en Partizan, la productora de Michel Gondry. Volvió a Turquía en 2010, donde se convirtió en la primera directora mujer de Depo, una productora publicitaria de Estambul. Ha realizado varios cortometrajes y videoclips, y sus trabajos de videoarte se han exhibido en diversas muestras y galerías. Su ópera prima, ‘Ghosts‘, ganó el Premio de la Semana de la Crítica en Venecia en 2020.

En Estambul, al borde de una subida de tensión en todo el país, cuatro personajes se cruzan en un barrio en proceso de gentrificación para la «Nueva Turquía»: una madre cuyo hijo está en prisión, una joven bailarina, una artista feminista y un astuto intermediario. Sus historias se entrelazan durante un negocio de drogas, ofreciendo un relato estremecedor de la Turquía contemporánea.

Marta: Azra, muchas gracias por charlar con nosotros hoy.

Azra: Es un placer.

Marta: Nos gustaría empezar dándote la enhorabuena por la cinta. ‘Ghosts’ es un retrato sorprendente de la condición humana en unas circunstancias muy particulares como son las que se dan en Estambul a día de hoy.

Azra Deniz: Ha sido muy difícil de rodar, todo un reto. Han sido cinco años de proyecto, con unos fondos casi inexistentes. Es complejísimo en Turquía y en Europa que se abran puertas para jóvenes cineastas. Necesitaba en 2019 ya terminar de grabar, sentía que era el momento perfecto, porque veía como más gobiernos parecían venirse abajo, sentía una especie de colapso general y necesitaba absorber el momento que estaba viviendo, grabarlo. Hay veces que sabes que tienes que grabar en ciertos momentos, que necesitas mostrarlos, dejar constancia de esos momentos que está viviendo mi generación a día de hoy. Por supuesto, nos enfrentamos con dificultades también durante el rodaje. Tuve que aprender a estar calmada y a pensar en múltiples opciones y a prever casi cualquier tipo de situación que pudiera darse. Había veces que dejábamos preparadas cuatro posibles ubicaciones por si la primera fallaba, en Europa no suele ocurrir tan marcadamente esto. Si le añadimos que ser mujer también suma en dificultad a la hora de conseguir cosas… ha sido complicado. Ha sido como ir al Everest, teniendo un enorme grupo de gente que cree en mi, pero sabiendo que va a ser muy duro, que se necesita mucha preparación y que finalmente, dependes de ti misma.

Hubo un momento del rodaje en que tanques y agentes con Kalashnikovs llegaron a donde estábamos rodando diciendo que estábamos generando disturbios. Turquía es un país donde el terrorismo es siempre un problema a flor de piel y nosotros estábamos ahí en la calle, en una situación imposible, pero gracias a los vecinos del lugar, que nos ayudaron e intercedieron por nosotros, y nos dijeron que nos protegerían de la policía mientras grabábamos.

Azra: La sensación global es que todo es un problema. Tienes que ser continuamente políticamente correcto. Esta historia tenía otro fondo, y grabándola nos hemos dado cuenta de que tienes que ir pasito a pasito mientras lo haces, y eso supone un gran adelanto al final, porque estás creando y mostrando realidades, aunque sea en cinta. Al final tienes esa responsabilidad que al principio no veías. Al terminar de grabar me di cuenta de que era mucho más que una película, algo más importante.

Marta: Ciertamente se refleja ese retrato social y humano. Hay momentos en los que más que sensación de película, tenemos sensación de documental. Te recorre asalta continuamente la idea, mientras ves la cinta, de que lo que estás viendo es mucho más que ficción debido a lo real que se siente todo. Nada parece estar preparado, hay una enorme naturalidad en el montaje, en la construcción de los personajes y en la puesta en escena. Vemos protestas feministas, cómo la gente vive en un ambiente muy duro y difícil y como conectan con la ciudad y entre ellos. Para mi, como europea, acostumbrada a un tipo de vida donde expresarme es seguro, o al menos así me siento yo, ha sido muy iluminador ver cómo no es así en una zona en la que creo debería ser así.

Azra Deniz: El movimiento feminista está intentando hacerse un hueco, mostrarse en Estambul. Lo que vemos en la cinta es una muestra de ello. La concentración de mujeres que vemos en la cinta es solo una muestra del movimiento, que se enfrenta a grandes dificultades sociales y políticas, muchas de ellas son golpeadas e insultadas por mantener esas reuniones pacíficas. Entre las proclamas que se escuchan en ellas podemos oír: ‘Si las mujeres fuesen libres el mundo sería un lugar más feliz’.
Por eso era para mi muy importante darles voz en la película, tenían que estar presentes con su lucha en ‘Ghosts’. Ser conocedor de lo que verdaderamente ocurre te hace querer trabajar más duro en el proyecto. Hay un momento en que deja de ser una película y es más poder conseguir respirar en un ambiente asfixiante.
Mi generación se ha vuelto más y más creativa por estas horribles circunstancias que vivimos, con muy pocos medios, dinero, etc. Pero sobrevivimos de alguna manera y somos capaces de guardar estos momentos, de archivarlos de muy distintas maneras para poder recordar de donde venimos y donde queremos ir.

"En la oscuridad, podemos ver".

Esta metáfora comienza ideológicamente para enfrentarse a los problemas que ya teníamos y vivíamos en Estambul, pero continua y se acrecenta con el comienzo de la pandemia. Todos nos encontramos intentando sobrevivir, esto es lo que he aprendido mientras creaba ‘Ghosts’. La creatividad es contagiosa, así como la esperanza. Crear arte permite, o da la oportunidad a la gente de respirar, y como artistas es nuestra responsabilidad crear, independientemente de nuestras circunstancias.

Azra Deniz Okyay ©Serkan-Eldeleklioglu

Marta: Todo esto que mencionas, este proceso creativo y artístico tu lo llevas a la vida como directora de cine. ¿Qué te movió a grabar a querer contar historias usando este medio? ¿Cómo ha sido el camino hasta llegar aquí? ¿Qué pasos has tomado?

Azra Deniz: No soy política y no pretendo convertirme en una, mi cinta es creativa, artística, pero es imposible no ver la política urbanística que se da en Turquía a día de hoy y como afecta eso a los ciudadanos. Mis padres fueron arquitectos y planificadores urbanísticos, y he vivido en muchos países y ciudades distintas. Desde siempre he escuchado en casa que si no proteges un edificio o un área urbana no estás protegiendo al ser humano que la habita, las familias que ahí viven. La idea de una ‘Nueva Turquía’ arrolla con ello, y no podemos quedarnos callados, es ya más bien una cuestión de derechos humanos, para mi es sencillamente un tema de protección humana. Nunca quise ser arquitecta, pero creo que he conseguido adquirir en mi infancia ciertas herramientas y convicciones que están muy vinculadas a la profesión de mis padres, y que ahora me ayudan a crear mis cintas. Para mi la preparación de la película es como un plano, todo está pensando y tiene un por qué antes de rodar. No conté con muchos recursos y solo tuve 17 días para rodar ‘Ghosts’, así que la técnica con la que construí ‘Ghosts’ fue un híbrido entre esas herramientas más formales adquiridas desde pequeña y esa creatividad que fluye en mi. Ha sido mi particular ‘Sagrada familia’.

He sido muy afortunada de poder terminar el largometraje en este momento histórico que se está viviendo en todo el planeta

Marta: ¿Qué te encantaría que la gente sacase de ver ‘Ghosts’?

Azra Deniz: Me encantaría que se dieran cuenta de que no hay un solo punto de vista y que debemos tomar una decisión, una posición que haga del mundo un lugar mejor. Esa es la pregunta que quiero lanzar con ‘Ghosts’. ¿Qué estamos haciendo? ¿Qué haríamos en ese caos? ¿Cómo somos responsables de esta situación, que podemos hacer para arreglarla? No se trata de solo ver gente con problemas dentro de una película, se trata de ir más allá, de ver esas realidades que se intentan mostrar.

Marta: ‘Ghosts’ no es una película bonita, es decir, está bellamente creada y editada, pero no es fácil de digerir o ver por las verdades que muestra y la cruda realidad que hay tras ella. Es un largometraje que muestra la necesidad de cambio, de lucha, y eso siempre es peligroso y visto como dañino por aquellos que están en el poder ¿Cómo ha sido recibida?

Azra Deniz: Está siendo complicado. No es una cinta distópica, nada mas lejos de eso. Esto que se ve es el día a día de muchas personas. Trabajé en esos guetos aprendiendo como eran las vidas de quienes inspiran la creación de mis personajes. Los problemas de drogas, de niños sin supervisión, sobre las condiciones en la cárcel y la corrupción del sistema, ser mujer en Estambul, con todo lo que ello supone… es adentrarse en la realidad, y obviamente, mostrar eso nunca cae bien, siempre incomoda a aquellos que viven cómodamente dentro de un sistema roto e injusto.

Marta: Azra, muchas gracias por tu tiempo. Ha sido un absoluto placer. Deseamos ‘Ghosts’ tenga una tremenda acogida en nuestras carteleras. Esperamos seguir viendo proyectos tan humanos en el futuro bajo tu dirección.

Azra Deniz: Gracias a vosotros.

La ópera prima de Azra Deniz Okyay puede verse desde el 14 de mayo en tu sala de cine gracias a #ConUnPack Distribución, quienes se encargan de traerla a nuestro país. Lee la crítica aquí.

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