La dulzura que desprende el nuevo drama de Woody Allen, su tenue colorido, la perfecta sutileza de su puesta en escena y la particular facilidad de su narrativa, convierten a ‘Wonder Wheel’ en una hipnótica mezcla de cine de autor ligeramente teatralizado que te dejará con un fantástico sabor de boca.

Todo ocurre en una Coney Island de los 50 cuya exquisita fotografía conseguirá robar toda tu atención sin consentimiento alguno, la puesta en escena y la atmósfera que la rodean te trasladan a la magia del pequeño mundo de ‘Wonder Wheel’. Su historia es de una facilidad placentera, sus personajes parecen haber nacido de la propia película en gran parte gracias a la capacidad de adaptación de sus intérpretes. La agobiante desesperación de Kate Winslet, el encanto de Justin Timberlake, la dulce dureza de James Belushi y la irresistible inocencia de Juno Temple hacen de ‘Wonder Wheel’ una tragedia de amor con ese toque Allen plenamente disfrutable.

No es la mejor película del director americano, no conseguirá humedecerte los ojos, tampoco rebosa la fuerza de títulos como ‘Match Point’, pero tiene la magia suficiente como para llevarte a unos cautivadores años 50 que únicamente podría haber creado el propio Allen. Viendo el nivel de las propuestas de este 2017 sin duda ‘Wonder Wheel’ es una de las películas del año.