‘Veneno’, una historia sobre encontrarse a uno mismo.

Ayer volvió ‘Veneno’, y lo hizo a lo grande, estrenándose el tercer capítulo en los cines de toda España junto a los dos capítulos ya emitidos en la plataforma Atresplayer Premium. Este tercer capítulo se estrenará el 20 de septiembre en la plataforma, y a partir de ahí cada domingo tendremos uno nuevo.

No todos los días tengo la ocasión de hablar de una serie española que sea capaz de emocionarme, sobrecogerme y además me haga pasarme después, unas cuantas horas buscando información y tirando de videoteca para conocer más sobre sus protagonistas. ‘Veneno’ reúne todo lo que he mencionado y más. Consigue en el espectador una emoción imponente y una sensación constante de querer seguir conociendo más sobre Cristina Ortiz.

La Veneno fue un icono a principios de los años 90. Cristina Ortiz irrumpió con fuerza en la pequeña pantalla y cada madrugada cruzaba el Mississippi para regalarnos momentos que ya forman parte de la historia de la televisión. Para la generación Millennials (entre la que me incluyo), hablar de la Veneno es hablar de un personaje carne de vídeos cortos de Youtube con unas cuantas frases malsonantes en su repertorio.

Gracias a Javier Calvo y Javier Ambrossi, más conocidos como los Javis, finalmente conoceremos un poco más a fondo la vida del icono de los 90.

La historia que nos cuentan, es una historia real basada en las memorias de la Veneno ¡Digo! Ni puta ni santa y en testimonios de gente de su entorno. Pero como bien nos hacen saber al principio de la serie en todas las historias que provienen de la memoria hay en ella algo de realidad y algo de ficción. Los Javis hablan de un icono y lo hacen desde la emoción, la verdad y la aceptación de uno mismo.

Cada episodio de los tres emitidos han sido una obra de arte única e inolvidable. Un drama de los que deja huella. ‘Veneno’ es un canto a la libertad y una bellísima apología al colectivo LGTBI de nuestro país, muy poco representado en producciones nacionales.

Un aspecto interesante de ‘Veneno’ es que no sólo conocemos la historia de Cristina Ortiz, pero simultáneamente vamos conociendo personajes que influenciaron o se vieron influenciados por ella. De manera que se consigue una historia más completa e interesante.

Desde Joselito a Cristina Ortiz una transición contada a través de cinco actores diferentes, con un más que aceptable acento andaluz, y un cuidado maquillaje. Como resultado encontramos continuidad y credibilidad en lo que nos están contando.

Mezclar momentos de videoteca que todos hemos visto con historias sacadas de sus memorias consiguen en el espectador el efecto de ver a la verdadera Cristina Ortiz en cada secuencia de la serie.

Para aquellos familiarizados con los trabajos Javier Ambrossi y Javier Calvo, no les sorprenderá el extraordinario reparto que tiene la serie.  Siempre se guardan un as en la manga para sorprendernos.

En este caso la sorpresa es Paca La Piraña representándose a ella misma. Una joya y el toque de humor de la serie. Su desparpajo y su espontaneidad nos dejan frases y momentos para el recuerdo.

«Yo soy mujer polaca con el coño atrás como las vacas»
Paca la Piraña

En los 90 Cristina Ortiz dio voz a un colectivo hasta aquel momento invisible. Hoy gracias a la serie ‘Veneno’, por primera vez en nuestro cine, vemos al colectivo trans representado como se merece. La serie exhibe con una veracidad abrumadora cómo es el proceso de transición de una persona hasta finalmente encontrar su identidad.

«De lo que no se habla, no existe y lo que no existe se margina»
Valeria Vegas

Javier Ambrossi y Javier Calvo relatan la historia a través de los ojos de su protagonista. Con ello, sobre todo en el segundo capítulo, un viaje a la infancia de la Veneno, da la sensación de que los directores pretenden endulzar o maquillar una infancia dura y de maltrato continuado.

Sin embargo, los directores consiguen con brillantez mostrarnos como una persona, con el tiempo, trata de sobreponerse a los duros momentos vividos. Es condición humana la de sobrevivir y Cristina, con los años ha tejido una infancia menos dolorosa y menos violenta.

Otro sello de la pareja de directores es la banda sonora tan cuidada que usan en sus producciones. En ‘Veneno’ siguen con la tónica de Paquita Salas. Los momentos musicales son intensos y emotivos.

Las canciones están elegidas con tanto acierto que parecen estar hechas para ese momento. El ritmo de la escena se entremezcla con el de la música que sensorialmente es una delicia para el espectador.

Queda todavía mucho por hablar de ‘Veneno’, pero si algo está claro es que con estos tres capítulos la calidad de la serie queda más que demostrada. No podemos valorar todavía el conjunto, pero sin duda, lo que llevamos dilucida una producción de las que quedan en el recuerdo.

Es una producción nacional que va cogiendo la sintonía de las series que estamos viendo a nivel internacional. Finalmente, alguien ha demostrado la valentía de salir de la zona de confort en la que se encuentran las series españolas y han hecho algo nuevo y rompedor.

Javier Ambrossi y Javier Calvo han arriesgado y han decidido contar una historia innovadora en nuestro cine. Además, lo hacen utilizando un reparto inclusivo, hasta hora nunca visto en la televisión.

Podría no haber funcionado, de hecho, todavía quedan cinco episodios para hablar de éxito o fracaso. Sin embargo, me atrevería a decir que el triunfo lo tienen asegurado.

Tráiler

¿Pasa el corte?
Overall
3.3
  • Banda Sonora
  • Edición y montaje
  • Fotografía
  • Guion
  • Interpretaciones
  • Originalidad

Puntos fuertes

  • Lo bien contada que está la historia.
  • Un reparto inclusivo finalmente en nuestro cine

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