Que Chris Evans no tiene ‘Un don excepcional’ para propuestas sentimentaloides no sorprenderá a nadie, aun así el Capitán América no convierte en una calamidad su actuación como padre adoptivo. A la nueva película de Marc Webb no le hace falta una mala actuación para desmerecerse, no hay actor que hubiese podido mejorar el resultado final, el problema es de raíz, reside en un guion tan vacío como incoherente.

Partiendo de esa base ya poco puede ofrecer ‘Un don excepcional’, todo es monótono, un drama sin drama, un corazón sin corazón, un largometraje simple y sin potencia, su única bondad es que se deja ver con facilidad, sin agonías pero con indiferencia. A todo ello podemos añadir una relación muy difícil de ligar entre dos de los protagonistas, Lindsay Duncan y Chris Evans.

Una película que ha querido subirse al escenario de los mayores cuando debería jugar en categorías más bajas, todo es aburridamente regular en ‘Un don excepcional’, si buscas un rato para dejar caer tus lágrimas, no es tu película, si quieres una explosión de emociones, no es tu película, si esperas al tópicos pero efectivo cine de sofá y manta, no es tu película, si eres muy conformista o estás en momento de indiferencia vital y simplemente quieres dejar pasar un rato, entonces puede que sea tu película.