‘Truth Seekers’ (Simon Pegg, 2020). Reírse del miedo

‘Truth Seekers’. 8 episodios. Gus y Dave son dos compañeros que unen fuerzas para investigar una serie de avistamientos paranormales a lo largo del Reino Unido. En su aventura visitan viejas iglesias encantadas, bunkers subterráneos y hospitales abandonados en los que despliegan toda clase de artilugios tecnológicos destinados a detectar cualquier rastro de actividad paranormal. Su investigación les lleva a descubrir lo que parece ser una conspiración que amenaza a la raza humana.

A ciertos críticos, tanto profesionales como aficionados, se les ha indigestado el maridaje cómico-terrorífico que nos sirven Nick Frost, Simon Pegg & Co. Parecen olvidar, cuando no directa y desoladoramente ignorar —particularmente grave en el caso de aquellos que se ganen la vida en base a la reseña—, el componente lúdico que caracterizaba al género durante la que, posiblemente, fuera su edad dorada, los ochenta, década muy reivindicada para lo malo —esas estilizaciones nostálgicas con que instar al consumo desmedido de merchandising— y no tanto para lo bueno, como es el caso.

Tal espíritu había quedado desterrado de las producciones actuales, en formato serie o largometraje, embargadas de tan alto y severo concepto de sí mismas, que acaban por resultar ridículas. Una de las contadas excepciones la constituye el antedicho tándem PeggFrost, responsable de un puñado de títulos ciertamente divertidos, entre los que destacan ‘Bienvenidos al fin del mundo’ (‘The World´s End’, 2013) y, sobre todo, la sublime ‘Zombies party’ (‘Shaun of the Dead’, 2004).

La serie que han facturado para Amazon pone el corrosivo punto de mira en la plaga de absurdas tramas paranormales que de un tiempo a esta parte viene infestando la industria audiovisual, así como el inerradicable virus de la telerrealidad en sus nuevas y novísimas variantes —youtubers, instagramers, etc.—. Que sus protagonistas sean un par de antiheroicos instaladores de fibra óptica supone, en sí mismo, una rotunda declaración de intenciones.

Y les sobra vitriolo para las Comic-Cons, los gurús de charla TED y sus acólitos, el turismo rural y esa Inglaterra profunda, dejada de la mano de Dios y de los especuladores de la City, de donde emergiera, cual regüeldo indignado, el sí al Brexit. Sumémosle la inenarrable presencia de Malcolm McDowell en batín y en plan comando, encarnación pluscuamperfecta del nihilismo nietzscheano desde su irrupción en ‘La naranja mecánica’ (‘A Clockwork Orange’, 1971).

Con todo lo cual y un pellizco de la exuberancia morfosintáctica que adorna al inglés de las islas para el denuesto, el vilipendio y la blasfemia; así como una más que reseñable habilidad para, pese al tono festivo de la serie, erizarnos los pelos del cogote en el transcurso de media docena de escenas bastante logradas, ‘Truth Seekers’ supone una gratísima sorpresa, más si cabe —insisto— en el vapuleado mundillo del terror y sus aun peor tratados espectadores.

Tráiler

¿Pasa el corte?
Overall
3
  • Originalidad
  • Fotografía
  • Banda Sonora
  • Edición y montaje
  • Guion
  • Interpretaciones
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Puntos fuertes

  • La reivindicación del componente lúdico olvidado por la mayoría de engoladas cintas de terror de nuestros días.
  • La presencia de Malcolm McDowell, nihilismo en plan comando y maledicencia cáustica desde 1971.

Otras series que puedes ver en Amazon Prime que nada se parecen a esta son:

La irregularidad de ‘El Cid’

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