‘The Accident’, tragedia adolescente

Antes de leer la sinopsis, la recién adquirida nueva serie de Filmin, ‘The Accident’, ya tiene buena pinta. En uno de los carteles de la ficción, tres mujeres encabezan una manifestación que clama “justicia” según sus pancartas. “Queremos la verdad”, se lee en otra. Y así, de entrada, compramos.

Cartel de The Accident. Serie británica estrenada en España en Filmin.

La serie «The Accident» es un drama británico que llega a España en primicia a través de Filmin (como el mejor estreno de la historia de la plataforma) después de cosechar un enorme éxito en Reino Unido. Jack Thorne, con innumerables premios a sus espaldas, es el creador de esta miniserie de cuatro capítulos tremendamente inglesa.

Polly, la mujer que lidera el cartel, es la esposa del político local de la pequeña ciudad de Glyngolau. Un grupo de adolescentes dirigidos por su hija se cuelan en las obras de una gran construcción, que se derrumba con ellos dentro.

La familia de Polly es la primera que conocemos cuando nos sentamos frente a ‘The Accident’. Polly Bevan, interpretada por una siempre eficaz Sarah Lancashire, tiene una peluquería; su hija Leona de catorce años un chico nuevo en su cama y su marido, Iwan, un disfraz de plátano gigante. En base a la presentación de cada uno de ellos nos creamos, como buen espectador, una idea ‘pelín’ preconcebida sobre sus personalidades; nos equivocamos.

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Al margen de la curiosidad que nos invade por saber qué se ocultaba tras la construcción de este gran edificio, una premisa ya de por sí seductora, el golpe de interés aparece sin avisar cuando profundizamos en los personajes. ¿Qué hace a las personas mostrarse tal y como son? El drama. Y el drama se ceba con Glyngolau sin una pizca de tacto abriéndonos la ventana para conocer los más oscuros secretos de sus vecinos.

No necesitas darle una segunda oportunidad y obligarte a ver el siguiente capítulo, desde el primer episodio ya estás atrapado. En él no hay llantos incontrolables de padre destrozados, ni escenas de manual para crear tensión, ni música de violines para llenar el silencio. Hay algo diferente en la manera de tratar el drama que te mantiene con los ojos en la pantalla desde que te das cuenta que nada va a suceder como esperabas.

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