‘Mad Max: Furia en la carretera’ (George Miller, 2015)

Ocurre pocas veces que directores se atrevan a «revisar» o «ampliar» su trabajo y creen una nueva película o versión de un largometraje que hicieron hace ya demasiado tiempo. Han pasado casi 30 años desde que salió a la luz ‘Mad Max 3: más allá de la cúpula del trueno’, la última parte de la saga, por llamar de alguna manera a la caótica creación de George Miller. Bien es cierto que el presupuesto estratosférico de la película que recientemente ha llegado a nuestras taquillas, apabullaría al mismo George Miller si cuando en el año 1979 le hubiesen dicho que contaría con semejante cantidad de dinero (150 millones de dólares) para hacer ‘Mad Max’, pero estamos en pleno siglo XXI, Hollywood tiene dinero para aburrir y la tecnología ha avanzado tanto que es a veces difícil diferenciar entre realidad o ficción. Con esta mezcla se ha conseguido hacer una película basada en un mundo que ya conocíamos, pero adaptado de alguna forma a la estética y tiempos que corren. ‘Mad Max: furia en la carretera’, no es ni una consecución de la saga ni una reinvención, queda a caballo entre ambas, y ese factor de conocer el mundo fantástico en el que se desarrolla, y saber que veremos algo totalmente diferente al mismo tiempo, puede ser lo que llame la atención de más de un espectador.

‘Mad Max: furia en la carretera’ nos presenta un mundo casi sin recursos y donde el caciquismo domina la escena. Agua, petróleo y balas es todo lo que se necesita para hacer una película con la que tristemente podemos comparar la realidad mundial en más de un país. Unas escenas espectaculares a través de un paisaje desértico, con unas máquinas de guerra y vehículos más que preparados para el apocalipsis dominan toda la estética de la proyección, la paleta ocre en todas sus variaciones y el sombrío negro dominan la fotografía, pero no apagan la película, la dotan de vida propia, no podría estar mejor trabajada, porque juega con el ambiente mustio de una población malformada a causa de las guerras nucleares que asolaron el planeta. Una estética que recuerda a ‘Juego de Tronos’ cuando aparecen las doncellas, que son en este caso, fuente de vida y por ello esclavizadas. Unas mujeres perfectas, que son las elegidas para procrear por parte del cacique, quien causa la acción en torno a la que se desarrolla la película, al tener que rebelarse la protagonista femenina, Charlize Theron, contra sus acciones.

Mucho se habla en el mundo del cine sobre el machismo y el papel de la mujer en Hollywood. Concretamente en esta película, pienso, se muestra a una sociedad decadente, en la que gente sin recursos y hastiada conviven con fanáticos que solo desean complacer a su «jefe de tribu», la mujer no queda desplazada, es eje vital, y lo es, por su papel reproductor y proporcionador de vida, pero no queda ahí, no solo están esas doncellas frágiles, a las que más tarde vemos luchando por su derecho a no ser meros objetos que dan a luz, el papel de Furiosa, a quien encarna Charlize Theron, es un personaje tan fuerte y luchador como Max, el personaje interpretado por Tom Hardy.

Si podemos decir que es una película que habla de la esclavitud, la falta de libre albedrío, la violencia entre pueblos y la autodestrucción de la raza humana, y a través de ella del Planeta Tierra. Todo esto podemos verlo mientras disfrutamos de unas escenas espectaculares, increíbles y casi imposibles de grabar sin sufrir más de una herida. Los efectos especiales son brutales, y la cinematografía más que acertada, porque todas las acciones son inverosímiles pero las creemos factibles, en ningún momento piensas «eso no podrían hacerlo», porque estamos tan absortos en lo que ocurre que no se nos pasa por la cabeza. El uso de una escenografía arenosa y rocosa proporciona un juego que el equipo técnico ha sabido explotar al máximo, dejándonos persecuciones con motos a través de desfiladeros vertiginosos y carreras por vastos parajes desérticos, mezcladas con escenas de calma en las que podemos reparar en el paisaje y disfrutar de la fuerza de la naturaleza.

La banda sonora es potente, llena de guitarra eléctrica y altavoces de dimensiones gigantescas, como bien podemos confirmar en más de una escena, acompañando con mucho Heavy Metal ,las acciones rápidas, destructivas y bestiales que no paramos de ver en pantalla. Hemos mencionado previamente a los protagonistas, Tom Hardy y Charlize Theron, ambos ocupan gran parte del tiempo en escena, pero alternan el foco de atención, ya que vemos a Hardy dando vida a Max, y protagonizando la que sería la primera parte de la película, haciéndonos conocedores del mundo en el que vamos a vivir durante dos horas, mostrándonos su locura, fantasía e irrealidad, y luego gracias a un guión bien hilado conocemos a Furiosa, con una Charlize Theron, que está increíble, en un papel que requiere fuerza, sangre fría, y ser capaz de mostrar rasgos y elementos de redención, humanidad e incluso flaqueza en momentos límite y clave, algo que la protagonista de ‘En tierra de hombres’ consigue de manera muy notable.

Hemos tenido que esperar para que ‘Mad Max: furia en la carretera’ fuese una realidad, pero creo, ha cumplido las expectativas de forma sobresaliente para aquellos que ansiábamos verla y recordábamos las anteriores, y echábamos de menos el lado más salvaje e imaginativo de George Miller.

Tráiler

  • 8.5/10
    Realización - 8.5/10
  • 9/10
    Fotografía - 9/10
  • 9/10
    Montaje y Edición - 9/10
  • 9/10
    Actuaciones - 9/10
  • 9/10
    Música - 9/10
  • 7/10
    Originalidad - 7/10
8.6/10

Resumen

Lo mejor: Una gran Charlize Theron y una gran cantidad de acción. Lo peor: No nos llega a introducir en los problemas sociales que refleja.

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