Lo monstruoso en ‘Mantícora’ (Carlos Vermut, 2022) | Sitges 2022

Julián es un exitoso diseñador de videojuegos que vive atormentado por un oscuro secreto. Cuando Diana aparece en su vida, Julián sentirá cercana la oportunidad de ser feliz.

Es una pena que ‘Mantícora’, de Carlos Vermut, uno de los directores más personales, estimulantes e imaginativos del cine español actual, haya quedado fuera de competición en el Festival de Sitges, que acoge cada año cintas no sólo de terror o fantástico puro, sino también de distintos grados de horror y un amplio abanico de géneros.

Nos encontramos ante una película particular (como todo lo que hace Vermut) donde el terror es psicológico, y lo oscuro, asfixiante y hostil sobrevuelan continuamente en una atmósfera y sensaciones cada vez más opresivas.

Mientras estaba viendo la película, no paraba de pensar en Goya y en su frase lapidaria, “El sueño de la razón produce monstruos”, un mundo pesadillesco en que la razón no es la verdad, ya que los monstruos no son juzgados, sino expuestos. Precisamente, a mi modo de ver, aquí las bestias no son físicas, no las vemos, pero sí que pueden estar presentes en el interior de cada uno de nosotros y condicionar nuestra existencia (como la figura del fantasma). Los miedos más terribles (esos demonios de Dostoyevski o insectos kafkianos) siempre llegan a ser reales y una mente enfermiza deviene en corpóreo lo inexistente, lo que en apariencia tiene forma de macabra ficción. Con todo, la dicotomía de lo monstruoso se trata de una forma diferente y brutal al mismo tiempo.

Fotograma de ‘Manticora’

‘Mantícora’, en lo formal, está alejada de las estructuras rocambolescas (en el buen sentido de la palabra) y arquitecturas laberínticas de los anteriores trabajos de Vermut, acercándola más a lo estrictamente clásico; en lo narrativo, y en cuanto a la escritura, es un drama de contenido terrorífico, una fábula sombría, un relato costumbrista, necesariamente pausado, que con el paso de su metraje se va tornando más incómodo y extremo, para abordar brillantemente temáticas controvertidas, delicadas y sensibles, no aptas para todo tipo de audiencia (que rechazará o le fascinará el film), llegando a ser tabúes. La extrañeza en el humor o la alegoría permanente están ahí. Julián, uno de los protagonistas (interpretado magistralmente por el talentoso Nacho Sánchez, a quien vimos en ‘Doctor Portuondo’), es un diseñador de videojuegos que, como “Saturno devorando a un hijo” (otra vez Goya), se ve devorado por su propia obra y entorno vital, que le sobrepasa. Tiene un miedo atroz a la muerte y a la vida, esto es, al paso inexorable del tiempo (devorador último de todo), el cual contiene estos dos sucesos inevitables de la existencia. Tal es su pánico, que la ansiedad la lleva interiorizada, como si se tratara de una cárdena mácula imborrable. Su carácter melancólico y autodestructivo (incluso psicótico) le imposibilita vivir la vida, es la personificación de las Pinturas Negras del pintor doblemente mencionado. A través de su personaje, viajaremos a los recovecos más oscuros de la psique humana y a sus innombrables deseos (‘Mantícora’ lleva dentro a su vez varias cintas). Todo esto, permite afrontar un asunto interesante, el deleite en un tipo de ficción inquietante, que nos sumerge en un universo absolutamente contrario a nuestro mundo y que no tiene nada que ver con la realidad, disfrutamos así, desde el placer de lo que no existe, de la oscuridad.

De sensibilidad bárbara, la cinta está interpretada magistralmente, aparte de Nacho Sánchez, tenemos a Zoe Stein, una actriz superlativa que seguro dará grandes alegrías en un futuro. La construcción del guion es impecable (referencias lúdicas a Cronenberg, al manga…), la progresión dramática y el encaje de todas las piezas y conflictos de personajes es admirable, la verosímil y coherente trama nos hará reflexionar acerca de varios dilemas morales y se quedará con nosotros un buen rato. Esto que digo no es baladí en una época en la que nada perdura y en que todo se consume velozmente para luego inmediatamente sepultarlo en el olvido.

En definitiva, con ‘Mantícora’, Carlos Vermut nos ha dejado una de las mejores películas del 2022, clásica en lo formal y perturbadora en el fondo, llena de inteligencia, sensibilidad y audacia, que el propio director, en la presentación de la cinta en Sitges, vino a decir sobre su criatura algo así: “es la película que no quieres que te recomiende tu algoritmo de Netflix. Si Netflix te recomienda esta película, busca ayuda porque estás jodido”.

Tráiler de ‘Manticora’.

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4
  • Originalidad
  • Fotografía
  • Montaje y edición
  • Música
  • Guion
  • Interpretaciones
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