‘Infiltrados’ (Martin Scorsese, 2006) | A buenas horas

El Departamento de Policía de Massachussets se enfrenta a la mayor banda de crimen organizado de la ciudad de Boston. La estrategia consiste en acabar desde dentro con Frank Costello, el poderoso jefe de la mafia irlandesa (Jack Nicholson). El encargado de infiltrarse en la banda es un joven novato, Billy Costigan (Leonardo DiCaprio). Mientras Billy intenta ganarse la confianza de Costello, otro joven policía, Colin Sullivan (Matt Damon), sube rápidamente de categoría y ocupa un puesto en la unidad de Investigaciones Especiales, grupo de élite cuya misión también es acabar con Costello. Lo que nadie sabe es que Colin es un topo infiltrado en la policía por el propio Costello.

El cine de Martin Scorsese podría considerarse un género en sí. Obviando críticas que no aporten, el cineasta norteamericano acostumbra a metrajes cuyo tiempo es tan amplio como la calidad de la que suele rodearlos, teniendo presente siempre una historia a contar que su batuta y maestría pueden convertir en superlativa aun siendo paupérrima. ‘Infiltrados’ no es así en cuanto a calidad pre-grabación, puesto que la historia es brutal y extenuante y desde el minuto uno te tendrá atado a la butaca; pero si lo es en cuanto a la dirección del bueno de Scorsese, que desde ‘Uno de los nuestros’ ya venía vaticinando que el mundo de la mafia se le da entre muy bien y de maravilla.

Un clásico moderno.

Un clásico moderno donde los trajes horteras y coloridos del villano en cuestión se unen a la elegancia clásica de un cuerpo de policía más perdido que el mes de abril de Sabina. En la película por un lado tenemos las escenas en las cuales el grupo de Costello vive y (no) deja vivir, y por el otro las escenas en las que el grupo de la policía trabaja sin descanso para hacerse con él; y todo esto con topos y una bala sobrevolando la cabeza de todos los integrantes de la película en todo momento. La trama de engaños que envuelven ‘Infiltrados’ son la sala perfecta para la ejecución de una obra digna del más exigente público…

Cátedra.

Esa gestión del miedo en la infiltración de los protagonistas principales es otro de los ejercicios en los que Martin Scorsese aviva las cenizas del grandísimo cine mafioso con el que nos deslumbró allá por la ya mencionada ‘Uno de los nuestros’ o ‘Casino’. La tensión palpable desde la pantalla con la que conviven y las relaciones internas y profesionales entre todos los integrantes del elenco refuerzan aun más esa sensación de que cada uno de ellos puede estar ante su último minuto en pantalla… y sin embargo hasta aquí llega a sorprender.

Claro que esto sería un ejercicio de dificultad altísima si no se contase con unas interpretaciones al alcance del director. La batuta ha de moverse con elegancia, pero los instrumentos deben estar afinados para que la música suene deliciosa. Matt Damon había hecho ya de Bourne, ‘Rounders’, ‘El indomable Will Hunting’ y un largo etcétera que le ofrecía las tablas necesarias para que su participación en ‘Infiltrados’ estuviese justificada. Su interpretación es sobresaliente.

Leonardo DiCaprio es una absoluta barbaridad y su tercera con Scorsese tras ‘Gangs of New York’ y ‘El aviador’ no hacen más que hacer hincapié en por que el director se quedó prendado en su día de él. Otro peldaño más en su escalerahacia el Olimpo cinematográfico. Y el tercero en discordia en la cinta es un Jack Nicholson soberbio, crudo, temible e intrigante. Hace de «villano» con una naturalidad que solo es confirmada aun más por la cara de loco que pone durante gran parte de la cinta. Impecables los tres.

Fotografía, guion.

Martin Scorsese es un artista que sabe de sobra lo que tiene en su poder y lo que puede hacer. Se nutre de estos grandísimo actores para que la historia siga siendo superlatíva en todos sus aspectos. La fotografía, culpa de Michael Ballhaus (‘El color del dinero’; ‘Gangs of New York’; ‘La última tentación de Cristo’…) es soberbia desde los pequeños escenarios posibles en bares, restaurantes o la oficina de los agentes, hasta las vistas enormes a la ciudad de los rascacielos. Y por supuesto, ese guion cuidado hasta la coma de apariencia más innecesaria que lleva la firma de William Monahan donde hace que cada palabra que los protagonistas suelten por sus bocas añadan a la historia.

Por lo que…

Por lo que ‘Infiltrados’ es una película magnífica con mayúsculas. Un ejercicio por parte de todos los integrantes de la cinta que hacen que a día de hoy siga siendo un resultado que cope elogios y sirva como referente para muchos y muchas. Martin Scorsese creó una obra muy difícil de ser alcanzada en cuanto a calidad en general. Una cinta que fue, es y será una de las mejores películas que se hayan hecho.

¿Pasa el corte?
Overall
4.5
  • Originalidad
  • Montaje y edición
  • Fotografía
  • Música
  • Guion
  • Interpretaciones

Lo mejor

  • Las impecables interpretaciones.
  • Los cambios de guion y sus giros.
  • Es una película tan de Scorsese que hasta sorprende.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *