‘Guerra Mundial Z’ (Marc Forster, 2013) | A buenas horas

Cuando el mundo comienza a ser invadido por una legión de muertos vivientes, Gerry Lane (Brad Pitt), un experto investigador de las Naciones Unidas, intentará evitar el fin de la civilización en una carrera contra el tiempo y el destino. La destrucción a la que se ve sometida la raza humana lo lleva a recorrer el mundo entero buscando la solución para frenar esa horrible epidemia.

Los zombis como tal siempre han dado mucho al cine. Desde los comienzos del mismo hemos visto como los muertos vivientes hacían y deshacían a su antojo atrayendo al público más y menos adepto del género. Desde Bela Lugosi en el 32 con ‘La legión de los hombres sin alma’ o el 59 con ‘Plan 9 del espacio exterior’ hasta la futura ‘Malnazidos’ o ‘Army of the Dead’ podemos ver y veremos como el zombi da al mundo del celuloide muchísimos ratos interesantes, terroríficos y divertidos; al igual que otros tantos absurdos debido a su utilización para todas las categorías habidas y por haber en el séptimo arte.

‘Guerra Mundial Z’ tiene la premisa tan clara como su título: un virus altamente poderoso arremete contra la raza humana, pero no es «letal» del todo… más bien convierte a los infectados en zombis, en unos seres viles, caóticos y violentos que carecen de raciocinio y no buscan más que a los seres humanos, con el fin de transmitir el virus que llevan en su interior.

La dificultad de lo mismo reside en la creación de una nueva película de zombis a raíz de un guion basado en la novela de Max Brooks y que no quedase como una cinta al uso más. Para ello la dificultad cae en los hombros de Marc Forster, quien ha de lidiar con una buena historia y hacer que todo aquello que envuelve a la pandemia como tal resulte tan interesante y activo como los propios zombis. Si parafraseamos a Arquímedes y su «Dadme un punto de apoyo y moveré al mundo», encontramos como punto de apoyo diversos detalles en ‘Guerra Mundial Z’. A saber, los zombis como tal y su recreación.

No ya por la lucha cara a cara que puedan tener con los protagonistas de la cinta, más bien por la forma correctísima de representar a unos seres ansiosos de ataque y desesperados hasta la autolesión con tal de conseguir su objetivo de la caza del ser humano. Las escenas en la que los zombis atacan en masa y se suben los unos encima de los otros sin ningún tipo de control y de forma totalmente caótica son una delicia de efectos especiales que simplemente hay que disfrutar y celebrar. Ya vimos seres parecidos en ‘Soy leyenda’, del 2007, pero estos cogieron esas creaciones con 6 años más que ellos, y las perfeccionaron.

Y luego, por supuesto, tienes a Brad Pitt. El actor estadounidense venía de hacer ‘Mátalos suavemente’ y tenía cerquita ‘Corazones de acero’; y tampoco vamos a descubrir a estas alturas que la mayoría de las cintas que tienen su presencia suelen elevar su calidad dada las aptitudes del mismo para la interpretación; pero si es de recordar que el peso grande como tal de ‘Guerra Mundial Z’ recae casi en toda su totalidad en su espalda. Mireille Enos es una grandísima compañera en esta película y también es poderosamente creíble su interpretación, dotando de cierta «humanidad» a la cinta en un momento en el que la marea hace que la misma se torne descarnada.

Si a dichos efectos especiales, las interpretaciones de los dos principales protagonistas y de los zombis como tal, y una marcada fotografía que ambienta la película en todo momento y la hace poseer un aura que aumenta la tensión del espectador en cada fotograma, estamos ante una de las películas del genero zombi con mayúsculas. ‘Guerra Mundial Z’ es buena, vertiginosa y dotada de una seriedad que aquellos amantes de los zombis verán bien, y aquellos que no agradecerán.

¿Pasa el corte?
Overall
3.5
  • Originalidad
  • Montaje y edición
  • Fotografía
  • Banda sonora
  • Guion
  • Interpretaciones

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