Especial Sitges (IV): ‘The Target (El objetivo)’ (Chang, 2014)

Y llega la última parada del Sitges Tour A Contracorriente. ¿Qué no sería del Festival de Sitges sin una producción asiática? Desde Corea del Sur llega ‘The Target (El objetivo)’, segundo largometraje del cineasta Yoon Hong-seung, más conocido como Chang. Se trata del remake del filme ‘Cuenta atrás, dirigido por el francés Fred Cavayé en 2010 con Gilles Lellouche, Roschdy Zem y Elena Anaya.

Yeo-hoon es un mercenario de élite retirado que lleva una vida completamente normal junto a su hermano pequeño. Un día, es testigo de un asesinato. Los criminales lo atacan, lo dejan malherido y es trasladado al hospital. Se convierte entonces en el principal sospechoso. En el hospital, un médico le salva la vida cuando los asesinos intentan volver a matarlo. Al día siguiente, el médico recibe un aviso: Alguien ha secuestrado a su esposa embarazada y sólo la liberará si él lleva a Yeo-hoon. El doctor emprenderá una carrera contrarreloj para salvar a su mujer y al bebé que esperan.

Quizás el gran problema que tiene un remake es que viene precedido de una obra considerada original. Con lo cual, las comparaciones entre la propuesta inicial y el despectivamente llamado “refrito” son inevitables. En el caso de ‘The Target (El objetivo)’ es interesante cómo una industria tan diferente como la asiática ha podido hacer suyo un relato europeo. Chang adereza la propuesta para que tengan los resultados propios del cine surcoreano. Con lo cual, en las tramas se agudiza más el drama, especialmente en aquellos personajes que en la versión francesa estaban menos plasmados porque son muy secundarios, o desvelar algunas intrigas y provocar otras. En ese sentido, Chang le da su propio toque para resultar atractiva para los amantes del cine asiático de acción.

Sin embargo, y aquí reside su mayor problema, es que lo que Cavayé conseguía contar en menos de 80 (85 si se tiene en cuenta el tiempo de los créditos finales) a Chang le cuesta contarlo en 97 minutos. Cierto que le da mayor protagonismo a personajes que no estaban tan bien perfilados en ‘Cuenta atrás’, pero también se pierde esa crítica a la corrupción del sistema y la manipulación de éste a favor de mostrar valores como el de la fraternidad o la lealtad. Por ese lado, ‘The Target (El objetivo)’ empieza de la misma forma frenética y nerviosa que la original pero esa acción se diluye a mitad de película para volver por todo lo alto en escenas épicas y llenas de acción.

En eso la propuesta surcoreana gana, provocando una apuesta pirotécnica efectista, bien perfilada. Pero a Chang se le olvida ir más allá y tener un thriller bien tejido y con varios niveles de lectura dejando simplemente una película ideal para pasar el rato pero que apenas dejo poso después. Y no se sirve como atenuante el que sea el segundo largometraje dirigido por el cineasta, puesto que su ópera prima, ‘Death Bell’, era un extraño filme de terror que tenía como trasfondo el excesivo nivel académico al que se le somete a los estudiantes, ese estrés que provoca que Corea del Sur tenga una de las mayores tasas de suicidio entre adolescentes.

En el aspecto del reparto, destacan por encima Ryu Seung-ryong como ese mercenario redimido, un personaje que gana en complejidad respecto a la propuesta original, Jo Yeo-jeong como la esposa embarazada y Yoo Jun-sang, con un antagonista psicópata frío y despiadado. Con una factura visual espléndida, una producción solvente (los productores han financiado filmes tales como ‘Oldboy’ o ‘Pietà’) se echa en falta mayor riesgo en un filme que prometía superar a su contraparte original. Un jugoso plato algo insípido.

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