Con más de cuatro décadas de interpretación en largometrajes a sus espaldas Liam Neeson es una de las figuras más sólidas del panorama cinematográfico actual, representado infinidad de papeles de lo más diversos como en la ‘La lista de Schindler’, ‘Rob Roy’ y ‘Star Wars’ entre muchas otras películas. Pero no fue hasta su participación en ‘Venganza’ de la mano de Pierre Morel que encontró un rol en el que encajar a la perfección, con el que repetir una y otra vez siempre con un resultado más que satisfactorio.

Jaume Collet-Serra se dió buena cuenta de ello y ha sabido sacar provecho al filón iniciado por Morel convirtiendo al bueno de Neeson en uno de los héroes terrenales más convincentes de los thrillers acción. El director español y el actor británico se han compenetrado a la perfección en el que parece ser un binomio de éxito asegurado, Collet-Serra ha sabido recuperar el excelente sabor de boca dejado por el personaje de Neeson en ‘Venganza’ y que casi destruyen la segunda y tercera parte de la saga.

‘El pasajero’ es 100% Liam Neeson, aunque una versión más light del demoledor padre ex-agente de la CIA de ‘Venganza’, volvemos al disfrutable típico y tópico cine de suspense y acción tantas veces visto anteriormente pero que tan buen sabor de boca sigue dejando. ‘The Commuter’, aunque simple en su planteamiento, ofrece lo que los fans esperan encontrar en ella, un guion la mar de entretenido con algo de intriga y las correctas dosis de acción.

Una propuesta perfecta para un día de cine sin complejidades, para una sesión de esas en la que queremos pasar un buen rato y alejarnos de la realidad, dos horas en las que vivir una aventura adrenalínica ideal para la gran pantalla. ¿Te gustaron las anteriores películas de Collet-Serra y Neeson? Entonces seguro disfrutarás con ‘El pasajero’, el envoltorio es diferente pero el fondo es el mismo, y un servidor por el momento no se cansa de ver a Liam en acción aun sabiendo que no le sorprenderá, es como ir al restaurante y pedir el mismo plato de siempre, ese que pese a haberlo comido en infinidad de ocasiones sigue gustándote tanto como la primera vez.