‘El hombre sin pasado’ (Lee Jeong-beom, 2010) | A Buenas Horas

Ha pasado más de una década desde que ‘El hombre sin pasado’ apareciese en las salas de cine surcoreanas y arrasase con todo a su paso. Sabes que Keanu Reeves es John Wick o has visto todas las pelis de Statham, y por supuesto conoces al mentor de todos ellos, Liam Neeson (‘Venganza’).

Ahora tienes que añadir a Won Bin a esa lista de actores que son perfectos para un thriller de acción de esos incombustible que se alimenta de venganza y necesidad de proteger a un ser querido o indefenso.

Tae-shik (Won Bin) es un prestamista que vive sólo en un edificio donde su única amiga es So-mi (Kim Sae-ron), la hija de 10 años de su vecina que trabaja como bailarina exótica. Un día ésta comete el error de robar un paquete de droga a unos mafiosos y esconderlo en casa de Tae-shik. Al descubrirlo, los mafiosos destrozan su casa y secuestran a la niña y a la madre, obligando a Tae-shik a hacer una peligrosa entrega para ellos. Pero lo que éstos no imaginan es el oscuro y violento pasado de Tae-shik, y el infierno que desatará a su paso con tal de liberar a su joven amiga.

‘El hombre sin pasado’ es una de esas cintas que pueden parecer repetidas, incluso manidas, por el tipo de trama que presenta. Pero lo más seguro es que muchas de esas cintas que te vienen a la mente cuando lees esta sinopsis fuesen hechas a posteriori. ‘Safe’ (2013) es casi un calco, y cualquier héroe solitario que tiene unas habilidades tremendas para matar, pero que realmente solo quiere llevar una vida calmada, podría intercambiarse por nuestro protagonista, aunque el resultado jamás sería tan bueno.

Un papel hecho a medida

Won Bin en el papel de Tae-shik es todo un descubrimiento. El actor se entrega por completo al papel y nos permite poder disfrutar de un personaje humano, con una enorme capacidad mortífera, pero que en ningún momento parece un robot o una mera máquina de matar. El sufrimiento y la lucha interna es evidente y su forma de actuar es coherente y tiene cohesión a lo largo de las dos horas que dura esta película que en ningún momento deja tregua.

La trama, y un guion con una cadencia muy acertadas, son las que hacen que los minutos vuelen mientras rasgamos la superficie de una historia con una enorme profundidad. Todo gira en torno a esa idea de rescate y venganza, pero de telón de fondo, Lee Jeong-beom, el director, nos deja mucho sobre lo que reflexionar.

Habla de la miseria y desamparo en el que viven núcleos poblacionales completos, que sobreviven a merced de mafias y señores de la droga que explotan un sistema que deja de lado a aquellos que no cumplen con unos requisitos de ‘ciudadano tipo que aporta al gobierno’. Aquí es donde verdaderamente se vuelve oscura y casi inverosímil, aunque nunca nada supera a la realidad.

La marginalidad muestra su rostro

Así, ‘El hombre sin pasado’, nos hace convivir con seres despreciables que se dedican a destruir vidas y abusar de ellas. Las bellas calles de Seúl quedan muy lejos, nos arrastramos por los suburbios en los que mujeres son prostituidas, la droga corre por las venas de sus habitantes y donde el tráfico de órganos es uno de los negocios más rentables a los que dedicarse.

Cómo rápidamente discernirás, nuestra joven protagonista, So-mi, es secuestrada por una de esas mafias, la china concretamente, también conocida como Tríada, de cuyas actividades extrapolamos, se dedica al tráfico internacional y al de órganos. No es la única mafia que entra en juego, la coreana, conocida como kkangpae, aparece en escena generando una batalla campal con la Tríada, mostrando al público un submundo de decadencia y dolor que puede encontrarse al doblar una esquina.

Los aspectos más cinematográficos y técnicos están tan bien cuidados que nada nos choca o chirría en ningún momento. Lo mismo vemos luchas en espacios muy abiertos que en lugares cerrados y claustrofóbicos, y todas las tomas son igual de frenéticas e igual de creíbles, el trabajo de coreografía y las horas de ensayo dan su fruto.

La sangre corre a raudales, las heridas y el cansancio se hace notar en sus protagonistas a pesar de la adrenalina que puede verse en su mirada. La luz que acompaña a las escenas de calma antes de la tormenta nos relaja con sus rosados atardeceres avisando de que la batalla final está aún por llegar.

Todos los aspectos que valoramos positivamente en una cinta de estas características está presente en ‘El hombre sin pasado’. Una trama hilada, con profundidad, personajes carismáticos ante los que caes rendido nada más conocerlos y acción sin fin para disfrutar de una de los mejores largometrajes que puedes ver del género. Tienes que atreverte con el cine coreano, son unos genios del género.

Tráiler

¿Pasa el corte?
Overall
3.8
  • Fotografía
  • Edición y montaje
  • Originalidad
  • Guion
  • Mezcla de sonido
  • Interpretaciones
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Puntos fuertes

  • La infinidad de escenas de pelea, todas ellas impecables
  • Una joven Kim Sae Ron dando vida a So Mi, que borda el papel

Otras cintas que no dejan respiro son:

‘#Alive’ (Il Cho, 2020) | Netflix

‘V.I.P.’ (Park Hoon-jung, 2017)

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