‘El amanecer del planeta de los simios’ (Matt Reeves, 2014)

Cuando, allá por 1968, Franklin J. Schaffner mostrase al mundo la historia de ciencia ficción sobre un planeta controlado por simios –con un gran Charlton Heston-, ni él mismo, ni nadie podía llegar a imaginar la de ideas y producciones que saldrían a partir de ella.

Es más, se realizaron incluso TV Movies que rozaban lo esperpéntico y grotesco. Pero entonces, como una exhalación y soplo de aire fresco, ‘El origen del planeta de los simios’ dio un golpe sobre la mesa, colocándonos en escena al gran César y a su ejército de puños peludos y sonidos guturales.

 

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Ahora llega ‘El amanecer del planeta de los simios’, sin James Franco, pero con Andy Serkis haciendo lo que mejor sabe hacer –Debería existir un premio especial para este tipo de actores- Y eso nos hizo posicionarnos en la disyuntiva sobre las segundas partes y secuelas, y la fatalidad de hilvanar historias sin perder el gen que las materializó como maravillosas, a merced de un buen puñado de billetes en taquilla.

Y ahora, en un presente más presente aún que el “y ahora” de antes, entra la sorpresa: ‘El amanecer del planeta de los simios’ es la muestra de cómo sacar provecho a un clásico que removió la historia del cine, dotarlo de la acción suficiente como para reventar taquillas, mantener una trama y ser fieles a una historia; y demostrando así que, conseguir que una secuela sea digna e incluso supere a su predecesora no es un trabajo que solo este elegido al azar por el dedo del Dios celuloide, si no que otorgando los justos ápices de un nivel digno puede llegar a ser una realidad al alcance de los mortales.

Acción vibrante; ritmo, pero con la sabiduría a veces tan desaparecida de saber cuándo otorgar la pausa; guión; emoción y energía. Meter en una batidora todos los elementos indicados y conseguir sacar la que posiblemente sea una de las mejores películas de lo que llevamos de año, no es sencillo. Y en este plano el trabajo realizado por parte de Matt Reeves es digno de ser mencionado. Pero sin duda, lo que transcribe y llega a un más allá en el futuro que se le presupone a esta producción, es un Andy Serkis que ha conseguido demostrar nuevamente que la ciencia del CGI es para él lo que para un programador es el formateo de un ordenador. César ha conseguido poner a la raza humana del mundo terrenal –distingámoslo del mundo tras la pantalla- en su bando, y, si ya fue épico el “¡No!” de la primera entrega, en esta conseguirá en más de una ocasión que un simple simio sea la razón de que una producción consiga destrozar una taquilla.
 

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Toda la película, los ciento treinta minutos que la componen, son una narrativa visual manejada de manera concisa y espectacular, una oda a los efectos especiales que recuerdan a lo que fue en su día la intrusión en el cine de una tal ‘Avatar’ (James Cameron, 2009). Es un espectáculo para la retina y la demostración de una manejo de dichos efectos que dan lugar a un descanso que 'Transformers' (Michael Bay, 2007) no permite, y que, por tanto, da lugar al pensamiento de que esta creación de Matt Reeves juega con la delgada línea que separa lo meramente comercial de una película que consiga emocionar, y gana de manera apabullante dicha partida.

 

Jason Clarke, Gary OldmanKeri Russell trabajan muy, muy bien; pero la sombra de Serkis es alargada en este momento, y, de la mano de Reeves, dota de un ritmo trepidante a un film que consigue transmitir al espectador la sensación de un digno espectáculo en el que tanto la fotografía –a cargo de Michael Seresin, el que consiguió lo que consiguió con Gravity- como el guión, obra de Rick Jaffa, Amanda Silver y Mark Bomback, se aúnan para conseguir que El Amanecer supere a El Origen, y dejen en el dichoso que la ha disfrutado ese pellizco en el estómago de tener ganas de más, de muchos más simios correteando por la pantalla y trepando todo lo que se puede trepar.

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Por lo que, y en resumidas cuentas, hay que dar las gracias a Serkis y a Reeves, sin olvidar al resto de integrantes que han hecho posible ‘El amanecer del planeta de los simios’, ya que, posiblemente, nos encontremos ante una verdadera película que además de jugar de manera magnífica con la historia, nos anima a pensar que si llega la casuística de que los simios nos dobleguen algún día, si su líder es César, los puños peludos demostrarán una contundencia como la que semejante blockbuster se merece en taquilla.

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