Crítica de ‘WALL•E’ (Andrew Stanton, 2008)

No es de extrañar que la 81 edición de los Oscar brindase a esta producción de animación el galardón a la mejor película de animación del año 2008. ‘WALL•E’ es simplemente espectacular, nunca en una película de animación se habló tan poco y dijo tanto.

‘WALL•E’ nos presenta el planeta Tierra en el año 2800, o al menos lo que de él hemos dejado. El protagonista encargado de llevarnos de la mano en esta historia es el robot que da nombre a la película, WALL•E, cuya misión en nuestro planeta es limpiar el destrozo que los humanos han dejado tras años de acumular, talar y no preservar los recursos naturales. Pixar nos presenta en esta ocasión un pequeñísimo reparto, lo cual les permite ahondar en el sentimiento de soledad, en la necesidad de cariño y amor, y en el más puro sentido de la responsabilidad, pues WALL•E es incansable en su labor, es el último ser vivo sobre la faz de la Tierra, si, el ÚLTIMO SER VIVO, porque ya quisieran algunos demostrar tanta humanidad como lo hace nuestro robot en este film.

Su trabajo es recoger basura y organizarla en inmensos rascacielos con el objetivo de limpiar la Tierra para que vuelva a ser habitable, pero mientras lo hace, WALL•E siente curiosidad por las cosas que encuentra, y muchas de ellas son atesoradas en su guarida, es uno de los primeros atisbos de humanidad que nos hacen quedar prendados de él, la curiosidad de un niño que está conociendo el mundo que le rodea por primera vez, solo que en su caso, la sorpresa no cesa, y la curiosidad tampoco. Se trata de un ser trabajador, no deja de ser una máquina programada para una tarea, pero su vitalidad nos hace relacionarnos con él.

Toda la película cambia de rumbo de forma magistral en varias ocasiones lo que hace que en ningún momento nos cansemos del escenario en el que nos encontramos, una de estas ocasiones es cuando sin saberlo recupera de entre las ruinas una pequeña planta, es entonces cuando la aventura se inicia realmente en esta película de animación. Aparece un nuevo personaje en escena, y junto a ella, una cascada de nuevos sentimientos y situaciones tan graciosas como adorables que son protagonizadas por los dos únicos habitantes de la Tierra.

La aparición de vegetación lo cambia todo, y de pronto nos vemos lanzados al espacio, donde la odisea no hace más que empezar. El ser humano hace acto de presencia, y esta parte deja quizá la mejor parte para reflexionar. Nos encontramos con una raza humana obesa, pegada literalmente a una pantalla y un sillón por la cual los robots lo hacen todo. Es la comodidad y la vagancia llevada a su máxima expresión, lo que nos choca es pensar que realmente nuestro año 2015 se asemeja demasiado al 2800 de la película. La sociedad que en la que vivimos actualmente refuerza esos comportamientos negativos que en el film se llevan al extremo para hacernos ver que la aberración no está tan lejos de casa, sentimos repulsión por lo que vemos, pero nuestros cruceros por el mediterráneo no distan mucho del que se encuentra nuestro protagonista en su viaje espacial.

Se tratan otros muchos temas de actualidad, algo que personalmente hace que la película gane a cada minuto y me enganche a ella aún más. La inteligencia artificial es uno de ellos, ¿Cómo darle cabida en nuestro mundo sin que este se vea plenamente modificado por ella, o incluso pierda el control? ¿Sabemos realmente el alcance de lo que ha sido creado? ¿Sabemos que herramientas tenemos a nuestro alcance, o es solo algo al alcance de unas pocas mentes? Esto queda patente en el film, cuando una sociedad acomodada de más se encuentra con una tarea para la que no están en absoluto preparados. La rebelión de las máquinas tiene en este caso un toque fresco y diferente. Las máquinas «imperfectas» se plantan frente al sistema y actúan, salvando en este caso el día, lo que nos deja más de una sonrisa en el tramo final.

‘WALL•E’, sorprende por su contenido continuamente, y se ayuda de un sonido e imagen de vanguardia. Todo lo que rodea a la producción derrocha imaginación y espectacularidad. Hay ingentes escenas que nos dejan perplejos por la coordinación de todos los agentes que forman parte de ella, y por la belleza que se muestra sobre las cosas más pequeñas.

Es una película que todos deberíamos ver y analizar, pues deja mucho más que unos minutos de diversión frente a la pantalla. Si somos capaces de dejar atrás el embelesamiento por las adorables escenas que se dan paso una tras otra, descubriremos una película que va más allá y que tiene mucho que decir, tanto a pequeños como a grandes.

  • 9/10
    Realización - 9/10
  • 9/10
    Fotografía - 9/10
  • 9.5/10
    Montaje y Edición - 9.5/10
  • 10/10
    Actuaciones - 10/10
  • 8/10
    Música - 8/10
  • 10/10
    Originalidad - 10/10
9.3/10

Resumen

Lo mejor: Un protagonista que no necesita palabras para conmovernos. Lo peor: El sentimiento de soledad que nos acompaña parte de la película

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Tráiler

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