Crítica de ‘Un amor de verano’ y la lucha feminista (Catherine Corsini, 2015) | Filmin

La belleza que transmite el cine francés, es algo que me ha fascinado desde que ‘Amèlie‘ y ‘Los chicos del coro’ entraron en mi vida. Años después, ‘La vida de Adèle’ e ‘Intocable’ fueron otro punto de inflexión en mi vida cinematográfica. Ahora, con Filmin, poder recuperar ese pequeño oasis de encanto y finura del cine francés es un regalo para disfrutar y aprovechar siempre que se pueda. ‘Un amor de verano’ es un relato con ese sello francés del que os hablo, y con una belleza en todos los aspectos, tanto a nivel de guion, como a nivel técnico.

En París, en 1971. Delphine conoce a Carole. La primera, hija de campesinos, se muda a la capital para alcanzar la independencia económica y ser dueña de su propia vida. La segunda tiene novio y vive felizmente los comienzos del movimiento feminista. A Delphine, misteriosa y reservada, le gustan las mujeres. Carole ni se plantea esa posibilidad. De su encuentro surge una historia de amor que desequilibrará sus vidas al tropezar con la realidad.

El feminismo en los años 70

Delphine lleva toda su vida siendo granjera. De donde viene, el estilo de vida de la mujer, no le permite ser libre y amar a quien ella quiera. No concibe ser feliz con una mujer. París y Carole, le abrirán las puertas del feminismo. ‘Un amor de verano’ comienza su historia con el feminismo de París en los años setenta. Y en ese momento, en el que Delphine y Carole empiezan a enamorarse, los ecos del feminismo rodean una historia que es bella por sí sola, pero que alcanza la excelencia, cuando es arropada por escenas con mujeres libres que luchan como jabatas por sus derechos.

Esa pasión y sororidad que demuestran en la primera parte de la historia hace ‘Un amor de verano’ una cinta sobresaliente. Con escenas que no tengo dudas, recordarás durante mucho tiempo, por su pasión, pero también por la belleza intrínseca que tiene el ver a un grupo de mujeres unidas haciendo de su tiempo, una lucha por la igualdad. Y con esa fuerza que todo el movimiento transmite, Delphine empieza a sentir que puede ser algo más y elegirá por primera vez en su vida amar libremente.

El amor de Delphine y Carole

Delphine es una chica de campo y granjera de corazón. Y elegir entre la libertad y lo que siempre ha querido ser, es la lacra que la persigue toda la película. Cuando debe volver a la granja sin más remedio, la belleza de ‘Un amor de verano’ cambia y se torna más técnica. Con ello no es que la historia pierda fuerza, ni mucho menos. De hecho, en ese momento, ‘Un amor de verano’ empieza a mostrar un amor puro y clandestino, lleno de pasión que, respaldado con una fotografía magnífica y una banda sonora sublime, culmina la excelencia de este film.

El contraste entre el París liberal y la vida conservadora en el campo, se lleva a todos los aspectos. El vestuario de Carole frente al de Delphine, mucho más evidente aún cuando comparamos a Carole con la madre de Delphine. Y por supuesto, esa brusquedad a la hora de dejar atrás el bullicio de la ciudad, para pasar a la majestuosidad y la falsa imagen de libertad que transmiten las escenas en la zona rural de la Francia de 1971.

Con ello, el espectador goza de una experiencia completa en todos los sentidos. Las escenas de intimidad, furtivas de Carole y Delphine son sensorialmente impecables. En un lago, o bajo túnel natural que la madre tierra ha creado con el lento paso de los años y abrigadas siempre con una banda sonora armónicamente perfecta con lo que se está contando y lo que estamos viendo, estas escenas son un deleite para todos aquellos que decidan ver ‘Un amor de verano’.

Hablemos del patriarcado profundo

‘Un amor de verano’ pese a lo que el nombre nos puede hacer pensar que cuenta, es más que un amor estival. La película, aunque lo hace sin ahondar, expone la época de la revolución del feminismo en Francia y a través de la historia de Delphine y Carole, y de los propios contrastes entre los orígenes de las dos, contrapone muy inteligentemente el feminismo urbano con la vida rural. Y retrata la dureza de la vida de la mujer en el campo, que es capaz de realizar la misma labor que un hombre, pero que nunca obtendrá los privilegios del varón. Sin cotización y sin derechos, Delphine y su madre llevan la granja sin poder, en cambio, tener la voz y el voto que les daría ser hombres.

La emancipación femenina, sobre todo en las zonas rurales, siempre ha sido y sigue siendo una tarea pendiente del feminismo. Y ‘Un amor de Verano’ se atreve a hablar de ello, de las dificultades que viven esas mujeres y de lo difícil que se hace para ellas, hacerse eco de la sororidad feminista de las ciudades. La película, sin tanto nombre como la citada anteriormente, ‘La vida de Adèle’, es un must see del cine francés para los que quieran ver una historia de amor sincera entre dos mujeres y una impecable cinta que retrata muchos de los problemas a los que se enfrentó el feminismo en su pasado. Problemas que no pudo resolver y que aún hoy son de una importancia vital. Todo ello retratado bajo un amor puro y bello entre dos mujeres, que da fuerza a todo lo que ‘Un amor de verano’ nos quiere mostrar.

Tráiler ‘Un amor de verano’


¿Nos encanta?
Overall
4.2
  • Originalidad
  • Interpretaciones
  • Guion
  • Banda sonora
  • Edición y Montaje
  • Fotografía
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User Review
4 (1 vote)

Puntos fuertes

  • La belleza del film en todos los aspectos.
  • Las escenas de sororidad femenina.

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