Crítica de ‘Hotel Transilvania 2’
(2015, Genndy Tartakovsky)

Cartel de Hotel Transilvania 2

Título original: Hotel Transylvania 2

Año: 2015 (EEUU)

Duración: 89 min.

Director: Genndy Tartakovsky

Reparto: Animation

Guión: Adam Sandler, Robert Smigel

Fotografía: Animation

Música: Mark Mothersbaugh

Género: Animación / Comedia

 

Sinopsis: Todo parece mejorar en el Hotel Transilvania. La rígida norma establecida por Drácula de “sólo para monstruos” se ha suprimido y se aceptan también huéspedes humanos. A Drácula le preocupa que su adorable nieto Dennis, medio humano y medio vampiro, no dé señal alguna de vampirismo. Aprovechando que Mavis ha ido a visitar a sus suegros humanos, Drácula recluta a sus amigos Frank, Murray, Wayne y Griffin para hacer que Dennis pase por un campamento de “entrenamiento de monstruos”. Lo que ignoran es que Vlad, el gruñón padre de Drácula, está a punto de llegar al hotel. Y cuando descubra que su bisnieto no es de sangre pura y que los humanos pueden frecuentar el establecimiento las cosas se complicarán.

Crítica de ‘Hotel Transilvania 2’

por Jaime Garzía

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«Dos colmillos muy alargados»

El cine de animación es uno de los más simpáticos y agradables que podemos encontrar. Un cine que ha visto crecer su mercado, desmarcándose de una franja de edad temprana que a veces, y dependiendo de diversos factores, no sabe apreciarlo en su correcta medida. Un cine que sobresale debido a su magnífica factura y realización, que consigue hacer empatizar con pequeños detalles en cada una de sus películas realizadas.

‘Hotel Transilvania 2’ era obligada, gracias a una primera entrega que nos presentó a unos monstruos como nunca antes, y que nos ayudó a conocer a la familia que forman con una historia nueva y enérgica. La segunda entrega cumple al detalle los matices que hicieron a la primera triunfar: unos personajes simpáticos y vitales; un enrevesamiento de historia que amenaza con ser demasiado infantil, pero que alberga momentos fantásticos, y grandes conversaciones y momentos de diversión. La trama es insulsa y sencilla, vale…es casi hora y media de metraje en la lucha monstruo/humano, y en la salida o no de unos colmillos, pero lejos de aburrir, consigue mantener la diversión en el espectador con diferentes “subtramas” que aparecen, y que nos regalan los momentos más graciosos de la película. La mano de Adam Sandler en la creación del guion se nota, por que lejos de cualificar sus capacidades interpretativas, es un activo seguro a la hora de montar una fiesta cinéfila, y de divertir al espectador con disparatadas escenas que acompañan a la historia.

Los personajes son la fuerza de la película, desde un Drácula que ha perdido fuerza comparando con la primera entrega, al igual que su yerno, hasta una cantidad de secundarios que albergan los mejores momentos que podemos encontrar dentro de la cinta. La hija de Drácula, Mavis, sigue igual, pero entre la Momia, el monstruo de Frankenstein, la masa gelatinosa y, sobre todo, el hombre lobo con el mejor acento que la historia del cine se ha inventado -lo que viene siendo Frank, Murray, Wayne y Griffin- conseguimos encontrar más de una razón para sonreír y no borrarla de nuestra cara hasta que acabe la cinta. Mención especial genera el pequeño de la película, Dennis, un ser que entre la dulzura de sus escenas y la apoteosis final que propicia su presencia consigue comerse la pantalla. El pequeño es la fiereza de la cinta y aglutina los momentos de ternura de la misma, a raíz de una historia de amor que ya se gastó en la primera entrega, y que han sabido no alargar más de eso.

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  • 6/10
    Realización - 6/10
  • 7.5/10
    Animación - 7.5/10
  • 6/10
    Música - 6/10
  • 7/10
    Guión - 7/10
6.6/10

Resumen

Lo mejor: El hombre lobo y su acento.
Lo peor: Demasiado tiempo dando rodeos a lo mismo.

 

Tráiler de Hotel Transilvania 2

 

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