Después de títulos como ‘Intocable’ o ‘Samba’ los directores de referencia en Francia, Olivier Nakache y Eric Toledano, nos traen una nueva propuesta que en esta ocasión deja de lado el tono dramático para centrarse únicamente en el aspecto humorístico también presente en sus anteriores trabajos. ‘C’Est la Vie’ es una película simpática y muy fácil de ver, un largometraje con el suficiente gancho como para satisfacer levemente el apetito de un rato de cine, aunque poco más se le puede pedir.

‘C’Est la Vie’ huye de la complejidad y se deja llevar por un humor fácil y tontorrón que carece del attrezzo necesario para poder ser algo más que la típica comedia de sobremesa, es capaz de arrancarte alguna que otra sonrisa a través de un guion efectivo pero simple en exceso y unos personajes tan funcionales como prescindibles. No hay atrevimiento en lo que pretende ser una alocada boda, los directores y guionistas se han quedado en la línea de lo formalmente correcto y ello se ve plasmado en una película que nunca acaba de arrancar, esperas que en algún momento todo se desmadre pero el ritmo es el mismo durante todo el metraje, moviéndose en la delgada línea del entretenimiento básico y el abismo de lo soso.

La nueva película de Toledano y Nakache es otra ‘Ocho apellidos Vascos’ de turno, hecha por y para recaudar en taquilla renunciando voluntariamente a la gloria del culto cinematográfico por una entrada más. Si uno es consciente de lo que va a ver no saldrá decepcionado del cine, algo que es de agradecer, pero el que espere el nuevo éxito francés de la década es casi seguro que no encontrará consuelo en ‘C’Est la Vie’.