Dentro del UCM encontramos una enorme cantidad de películas que varían muchísimo las unas de las otras a pesar de estar todas enhebradas por el mismo hilo. Esa conexión que tan rico ha hecho a dicho universo en el panorama cinematográfico no hace más que alimentarse a sí misma con cada título que aparece en el cine.

Ésta vez el viaje nos lleva a Wakanda, tras los eventos de ‘Capitán América: Civil War’, donde nos encontramos con una nación vestida con piel de cordero pero que no deja de ser un maravilloso e impresionante escenario rico en inteligencia, tecnología avanzada y aptitudes guerreras. Pero el viaje es algo más que un paseo de 134 minutos entre nuevos héroes y villanos conocidos; la historia posee un grado de realidad y nos muestra la, posiblemente, cinta más “terrenal” dentro del UCM.

‘Black Panther’ tiene algo estupendo: los personajes son complejos, completos y correctos en cuanto a importancia dentro del metraje. Es decir: cada cual tiene su historia, sus fantasmas y sus razones por las que se guía, lo cual enriquece la cinta haciéndola una red de historias que confluyen en la enorme narración principal. Importancia tiene pues que los nexos comunes y aquellos que no lo son estén cuidados, pero sin llevarlo al histrionismo que suele presentar muchas veces Marvel.

¿Más riqueza en este aspecto? Mujeres negras siendo la clave y las grandes protagonistas. Nyong’o ya lo dijo: «Ves a las mujeres junto a los hombres en el poder y marcando la diferencia respecto al futuro de su nación de una manera muy ejemplar». ¿Excesivamente necesario al fin? Sea como fuere, en ‘Black Panther’ estamos ante unas interpretaciones absolutamente deliciosas en este aspecto; tanto Nyong’o como los protagonistas Chadwick Boseman (‘Dioses de Egipto’) y Michael B. Jordan (‘Creed. La leyenda de Rocky’) se encuentran perfectamente coliderados por el impresionante trabajo de Angela Bassett (‘9-1-1‘), Letitia Wright (‘El pasajero’) y Danai Gurira (‘The Walking Dead‘). Chapeau.

Y es que hay típicos tópicos que llegan al punto de ser excesivamente molestos, ya no en su creación, si no en el hecho de que se tengan como algo normalizado y se consientan sin llegar a molestarse por ello: el negro de la película o serie siempre muere, o es el malo, o simplemente ayuda al blanco héroe y protagonista completo. Y esto sin entrar en el plano de hombre/mujer, donde la balanza ya no es que roce el ridículo, simplemente es que da vergüenza. En fin…

El villano… bueno, tiene cierta conciencia política que lo enriquece, pero te deja un poco frío. Quitando a Loki no conseguimos encontrar un antagonista que nos llene de verdad y nos haga pensar en la posible derrota del bueno de la cinta… sin embargo, ‘Black Panther’ es una historia creada para la representación de Wakanda. La espectacularidad visual del territorio africano es indudable, la belleza de la fotografía y esa ficticia nación es una muestra de un poder de recreación que no está al alcance de todos. Cada palmo de avanzada tecnología se encuentra decorada con aspectos tribales y/o africanos que le dan el toque de color y ayudan a que ese mundo creado sea aún más propio.

Verdaderamente es una historia nutrida por la propia historia wakandiana que se sustenta en un nudo plagado de vaivenes y de pequeñas sorpresas que se terminan haciendo una mayor, lo cual nos lleva a un desenlace que, a pesar de poder esperarse, no deja de parecer maduro y válido para seguir añadiendo calidad a la película.

En definitiva, estamos ante una película que rasca en lo necesario y cuyo resultado es mucho más rico de lo que pueda parecer sin adentrarte del todo. Justo como Wakanda, oye…