‘Black Mirror’, una temporada irregular pero recomendable

Netflix nos trajo este pasado viernes como regalo de fin de año la cuarta temporada de ‘Black Mirror’. Una nueva tanda de seis episodios, de los cuales tres me parecen redondos (4×02, 4×04 y 4×06). No contaré mucho sobre ellos porque estamos ante una serie que hay que ver con una mirada lo menos contaminada posible. Vamos a ello.

El 4×01 (USS Callister) es el episodio con más duración, 1 hora y 15 minutos, y funciona como parodia/homenaje de ‘Star Trek’ y crítica del abuso, no del uso que es totalmente razonable, que se hace con los videojuegos para compensar y paliar las frustraciones personales. Un capítulo curioso, protagonizado por Robert Daly (Jesse Plemons, algunos lo recordarán de ‘Breaking Bad’), el diseñador de “Infinity”, un juego donde el sueño de este protagonista pusilánime, lleno de dudas, se hace realidad. Es el Dios de este mundo virtual en el que los otros personajes están atrapados teniendo la sensación de vivir en una pesadilla infinita de la que no pueden salir. Es un inteligente capítulo que, al menos a mí, no me ha dejado indiferente.

Llegamos a la primera joya, el 4×02 (Arkangel), dirigido por Jodie Foster, un episodio plausible al más puro estilo ‘Black Mirror’, cuyo comienzo es totalmente viable, que luego se lleva a límites insospechados. Trata un tema muy interesante, el control que pueden tener los padres sobre sus hijos a través de la tecnología. Lo que sucede es que aquí se extrema y vemos un control parental excesivo, esto es, una sobreprotección muy férrea que más que proteger al niño, lo idiotiza, lo deja indefenso ante un mundo cruel y despiadado.

El 4×03 (Crocodile) no aporta nada nuevo, es más de lo mismo. Un episodio entretenido con una fotografía muy bella (ya veréis el porqué) en donde la tecnología se torna secundaria para dar cabida a una historia criminal que puede resultar cansina y repetitiva, en el sentido de que ya en el 1×03 (The Entire History of You) pudimos ver un episodio con el mismo tipo de tecnología (los recuerdos pueden ser recuperados) muchísimo más brutal e impactante que os animo a revisionar.

El 4×04 (Hang the DJ) es la segunda joya, y mi preferida, dirigida por Timothy Van Patten (director de series en mayúsculas como ‘Juego de Tronos’, ‘Boardwalk Empire’, ‘The Pacific’, ‘The Wire’, ‘Los Soprano’) que firma un episodio sensacional con un desarrollo de la trama muy bueno en el que se usa un tipo de tecnología basada en un programa de citas para encontrar a tu media naranja, pero esta aplicación se sustenta por un límite al que esperemos no llegar, lleva al extremo las aplicaciones para ligar (no quiero destripar nada más).

El 4×05 (Metalhead) es el que menos me ha gustado. Se agradece el intento de hacer un capítulo de cine de autor filmado en blanco y negro y misterioso, pero en 40 minutos no consigue construir sólidamente el relato fundamentado en la lucha entre el ser humano y la máquina.

El 4×06 (Black Museum), el último, es el capítulo más retorcido y oscuro de esta temporada. Cuenta tres historias macabras, cada una de las cuales toca temas ya tratados antes en la serie, como la crítica que se hace al entretenimiento cimentado en el sufrimiento de los demás (recordemos el 2×02 White Bear) o la posibilidad de continuar viviendo una vez morimos, mediante la utilización de la tecnología (en el elogiado 3×04 San Junipero o el 2×01 Be Right Back ya pudimos ver esto). El miedo, el terror y la muerte están presentes en este episodio más que notable.

https://www.youtube.com/watch?v=5ELQ6u_5YYM

Dicho esto, para mí esta temporada ha sido irregular, aun así recomendable, con tres episodios muy buenos (los pares) y tres episodios pasables (los impares): el primero me resulta el más inteligente, los restantes no diría innecesarios, pero sí desacertados, no suscitan una reflexión sobre la sociedad en la que vivimos por no radiografiar certeramente el presente a partir del futuro.

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