Que una serie tenga la bendición del cómico Louis C.K. puede suponer una garantía de calidad y humor tirando a bestia. Sin embargo, cuando se anunció que Pamela Adlon y Louis C.K. iban a poner en marcha una comedia para la cadena de televisión estadounidense FX, pocos pensaban que el resultado sería una de esas historias semiautobiográficas con tintes de humor más o menos domesticado. Porque la sensación que queda tras la primera temporada es la de haber visto antes la misma idea y de que los diálogos y situaciones del guión podrían haber ido un paso más allá. Le falta frescura y le sobran momentos dejà vu.
Co-creada por Louis C.K. y Pamela Adlon, habitual de ‘Louie’ como la amiga con «derecho a roce», ‘Better Things’ cuenta en episodios de apenas media hora el día a día de Sam Fox (interpretada por la propia Adlon), una actriz divorciada que lucha por mantener su carrera a flote en Hollywood al tiempo que tiene que lidiar con sus tres hijas y una madre con síntomas de demencia. Los diez episodios de ‘Better Things’ nos presentan a una mujer divertida y de afilado sentido del humor, en perpetua sensación de frustración y fracaso.
La propuesta inicial, teniendo en cuenta los «pesos pesados» de la comedia estadounidense que se encuentran en su gestación, parecía que iba a dar lugar a una serie fresca y distinta, pero la sensación que deja la serie de FX es la de una comedia más con madre divorciada e hijas adolescentes con problemas. Sólo algunos momentos, en los que el personaje de Adlon se muestra más deslenguado e imprevisible, son dignos de mención, pero la serie no deja ningún momento memorable y se queda a medias para ser una serie destacable.
‘Better Things’ es una comedia realista y autobiográfica con tonos agridulces, pero, también, una historia que no aporta nada nuevo a este tipo de género televisivo. Esperábamos mucho más que unos cuantos momentos que provocan sonrisas. A pesar de todo, FX ha renovado la serie por una segunda temporada. Veremos si en ella mejoran las cosas.
