‘Belgravia’, bienvenido al Londres del XIX

Nada ni nadie podrá sustituir en nuestros corazones seriéfilos a ‘Downton Abbey’, mucho menos a sus personajes, liderados por Lady Violet, Maggie Smith, pero cuando un proyecto se acaba tenemos que seguir hacia delante. Eso habrá pensado el creador de Downton, y por eso hoy hablaremos de ‘Belgravia’, la nueva serie de Julian Fellowes.

Nada más empezar la intro nos dará un vuelvo el corazón. Si es que hasta la banda sonora del principio se parece a nuestra serie favorita, pero que nada te engañe. ‘Belgravia’ no se parece en nada, pero en nada, a lo anterior de Fellowes.

El mayor problema que tiene ‘Belgravia’ es que cuenta con todos los ingredientes para ser perfecta, pero no acaba de encontrarse a sí misma. Desde el primer momento parece que intenta despegar, que lo logra, pero que al hacerlo se ha saltado una gran parte de su narrativa.

No llegamos a comprender el porqué de su puesta en escena. Sí, nos encanta que se trate de una serie de época, que nos traslade visualmente a una Londres hace ya mucho tiempo perdida, donde los paseos y las visitas a los jardines Kew eran símbolo de poder, clase y status social. Pero por desgracia, por ahora, se queda ahí.

Se queda en una retaila de paseos en carro de caballos o a pie bajo una sombrilla de buen tejido, porque su trama no engarza como debería.

En general el elenco es uno bien formado, con bastantes series o películas a sus espaldas. Entre ellos destacan Tom Wilkinson (John Adams), Tamsin Greig (‘Episodes’), Philip Glenister (‘Mad Dogs’), Harriet Walter (‘The Crown’), Alice Eve (‘She’s Out Of My League’), Tara Fitzgerald (‘Juego de tronos’), Ella Purnell (‘El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares’), Richard Goulding (‘Los Windsors’), James Fleet (Four Weddings and a Funeral), Adam James (‘Hermanos de sangre’), Paul Ritter (‘Friday Night Dinner’) o Saskia Reeves (‘Luther’).

¿Dos mundos una sola historia?

‘Belgravia’ tiene infinitas posibilidades, pero no tiene pinta vaya a ser capaz de explotarlas con la profundidad y cuidado que se merecen. Volvemos a encontrarnos con esa dualidad de ‘criadas y señoras’. Esa ruptura social, que en este caso muestra lo más mezquino de la humanidad.

Se atreve en este apartado a ser valiente, pero no lo suficiente. La clase trabajadora se presenta sin escrúpulos en la mayoría de sus personajes, y lo hace sin darnos antes buena cuenta de su ser. Vemos que son capaces de traición, de vender su alma por la posibilidad de ganar mínimamente algo más de dinero. La avaricia y el egoísmo se presentan sin tapujos, pero lo hace también sin cuidado y esto perjudica gravemente al conjunto de la historia.

Lo que más nos gusta y lo que puede dar mucho juego, porque es novedoso, es ese planteamiento tan inminentemente capitalista. Los títulos y el linaje ya no lo son todo, si tienes buena cabeza para los negocios puedes codearte, por mucho que les pese, con la que hasta ahora era la élite del país.

Hay romance, drama, conjuras varias y todo aquello que se presenta casi sin quererlo entre medias. ‘Belgravia’, que aún no lo hemos dicho, cuenta la historia de una familia, los Trenchard, quienes intentan hacerse un hueco en la sociedad mas anquilosada, mientras ocultan un gran secreto que verá revolucionado todo el tejido social de verse desenmascarado.

La serie sin dudas tiene temas para desarrollar. Pasamos por todo lo que hay tras un matrimonio concertado y por el amor a primera vista. La necesidad de mantener las apariencias, las adicciones, el engaño y la lucha por no ahogarse en una sociedad que solo busca que lo individual salga a flote.

Pasamos por el orgullo, el prejuicio y el miedo a perderlo todo, pero pasamos sin profundizar. Le falta a sus diálogos sentimiento y a su puesta en escena intensidad. ‘Belgravia’ tiene mucho que construir y mejorar si quiere llegar y quedarse entre nosotros.

Tráiler

¿Pasa el corte?
Overall
3.3
  • Originalidad
  • Interpretaciones
  • Banda Sonora
  • Fotografía
  • Guion
  • Edición y montaje

Puntos fuertes

  • Bellos y cuidados escenarios
  • Infinitas posibilidades dramáticas

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