¿Quién no compraría un billete destino al misterioso mundo de Agatha Christie en un tren conducido por Kenneth Branagh, al que acompaña un pasaje de lujo con Penélope Cruz, Willem Dafoe, Judi Dench, Johnny Depp, Michelle Pfeiffer y Daisy Ridley? Si decides reservar plaza para este viaje difícilmente te decepcionará, no idealices una gran experiencia, no será un destino para repetir, pero el precio de la entrada se ve compensado por una sólida y entretenida propuesta.

‘Asesinato en el Orient Express’ comete muchos pecados, el principal de ellos es la falta de capacidad empática del film para situar al espectador en una tensa atmósfera de intriga debido a un tono distendido en exceso. La película de Branagh mimetiza ligeramente el estilo que tan bien le ha funcionado al Sherlock Holmes de Guy Ritchie pero no acaba de funcionar, ofreciendo un producto que parece no tomarse en serio a sí mismo. Ello se ve compensado por una historia que consigue entretener, repleta de buenos actores que no brillan pero a los que se agradece su presencia, una notable fotografía y una absorbente estética.

‘Asesinato en el Orient Express’ es más una fábula de detectives que una novela policiaca, una apuesta cinematográfica más comercial, menos seria de lo que muchos esperan, pero el resultado final es consistente y ameno, el talento de Poirot no conseguirá deslumbrarte pero posiblemente hará que le sigas amablemente durante toda su aventura.