‘Asamblea’, entrevistamos a Álex Montoya

Fotografía: Miguel Lorenzo.

Lo primero de todo es felicitaros a ti y a todo el equipo por hacer posible ‘Asamblea’. Creo que es una película necesaria que debería ver todo el mundo ya que en estos tiempos tan intolerantes y de ambiente absolutamente crispado invita a reflexionar sobre distintos temas (expuestos en el artículo) esenciales para replantearnos muchísimas cosas. Aprovecho también para dar la enhorabuena a todo el elenco, que está fabuloso. Muchas gracias. 


Comencemos

Carlos Pérez: Partiendo de la base de que la objetividad total no existe, que la realidad está sesgada por nuestras creencias, ideas preconcebidas o prejuicios, ¿podemos llegar de alguna forma a la verdad? Tengo la sensación de que hoy en día a nadie le importa la verdad (si la mentira consuela ya va bien), lo que deriva en la falta de pensamiento crítico, algo muy peligroso. Por si fuera poco, a esto debemos añadir la existencia de los bulos con los cuales nos bombardean constantemente y nos alejan cada vez más de la supuesta verdad. ¿Crees que esta tendencia farisea de la mentira se ha instaurado para quedarse?

Álex Montoya: Ostras, muchos temas muy densos aquí. Por desgracia no estudié filosofía en el instituto, pero parece claro que la realidad la interpretamos a través de nuestros sentidos y nuestro cerebro y que no podemos confiar demasiado en ninguno de los dos. Aún si nuestros sentidos fueran fiables, somos animales principalmente emocionales: la opinión es primero y luego la racionalizamos.

Los diseñadores de las RRS explotan esta debilidad y promocionan las respuestas emocionales (nos dan droga y a ver quién se pone a razonar) por lo que cualquier debate público se embronca, se polariza. Súmale a esto la distribución de bulos, que también están diseñados para colarse por nuestras fallas cognitivas y tienes la tormenta perfecta.

Es un sistema del que es muy jodido salir. Tendríamos que rebelarnos o que pasara algo muy gordo que nos hiciera reaccionar.

Carlos Pérez: ¿Piensas que nos cuesta un horror cambiar de opinión y derrumbar nuestros prejuicios, y si es así (o no) por qué?

Álex Montoya: Cuesta, pero también porque se han perdido el arte y los foros para la dialéctica. Mi padre es filósofo y le he visto debatir con alguien con una postura opuesta y convencerle. Pero hay que saber: hay que tranquilizar para bajar la respuesta emocional, agasajar un poco el ego, mostrarse de acuerdo con algunos puntos menores y, cuando le tienes con las defensas bajas, atacar con los puntos más claros, siempre con guante de seda.

Carlos Pérez: Internet, sobre todo lo veo en Twitter, funciona a grandes rasgos por bandos (o estás conmigo o contra mí). No hay término medio ni matices. Por lo general, a menudo la discusión se basa en el insulto fácil, no hay un verdadero debate, lo que anula el enriquecimiento en una conversación. En este espacio de la no educación hay trincheras sectarias y fanáticas (otro síntoma preocupante del mundo), lo que se traduce, parafraseando a Charles Chaplin en ‘El gran dictador’, en barreras de odio. ¿Cómo podría combatirse esta actitud negativa?

Álex Montoya: En Twitter cualquier polémica se convierte en un partido de fútbol, pero creo que se podrían reconducir muchos debates si borraran sistemáticamente trolls y bots, cuyo único objetivo es ensuciar y crear conflicto.

Carlos Pérez: El rechazo instantáneo a las ideas distintas a las tuyas es evidente que se da en la sociedad, ¿cómo podemos liberarnos del yugo de nuestras opiniones?

Álex Montoya: Es un trabajo personal duro que muy poca gente está dispuesta a hacer. Y es un tema también de inteligencia y de educación. No estaría mal implantar grupos de debate en secundaria. Tener que defender posturas opuestas a la tuya ayuda mucho a entender cómo funcionamos.

Carlos Pérez: Pensando en el final de la cinta, ¿crees que el amor siempre acaba prevaleciendo entre la negatividad e incertidumbre del panorama social o, como apuntaste en tu último cortometraje, es insuficiente?

Álex Montoya: No sé qué decirte. El amor está muy bien, pero tendemos a amar a los de nuestra tribu. Al Otro que le den. Amar al Otro es lo complicado, requiere una personalidad más educada.

Carlos Pérez: Esta cinta es una adaptación de La gent, la obra teatral de Juli Disla y Jaume Pérez. ¿Cómo es trasladar el lenguaje teatral a la pantalla convirtiendo un código propio del teatro en gramática puramente audiovisual?

Álex Montoya: Hemos tratado de simplificar mucho la planificación y dar todo el protagonismo a los actores y al texto. Hay alguna cosa más trabajada, pero la idea era mantenerlo sencillo.

Carlos Pérez: ¿Cómo es rodar con un repartimiento coral en prácticamente un solo espacio?

Álex Montoya: Muy duro, sobre todo en nueve días.

Carlos Pérez: Quizá voy mal encaminado pero viendo ‘Asamblea’ me acordé de ‘Doce hombres sin piedad’, la gran película de Sidney Lumet en que doce miembros de un jurado deben juzgar a un adolescente acusado de haber matado a su padre. Lo interesante aquí es que todos menos uno están convencidos de la culpabilidad del acusado. El que disiente, a través de razonamiento, trata de reabrir el debate y sembrar una duda razonable que haga recapacitar a sus compañeros para que cambien el sentido de su voto (un tema tratado en esta cinta). ¿Qué otras influencias toma esta película y la obra teatral en la que se basa?

Álex Montoya: Es la influencia principal, aunque la peli de Lumet es un drama humanista, que al final confía en el ser humano. Aquí somos un pelín más ácidos. Aparte de ésa, creo que no volví a ver ninguna otra peli para hacer ‘Asamblea’.

Carlos Pérez: ‘Asamblea’ es la primera película española que, por la crisis del COVID-19, traslada su estreno en salas de cine a Filmin. ¿Qué supone que una plataforma como Filmin acoja esta película?

Álex Montoya: Mola, porque además han apostado por ella, manteniéndola este mes entre las pelis de portada y haciendo un gran trabajo en redes. Además, por línea editorial, creemos que entre sus suscriptores hay mucho público potencial de nuestro trabajo.

Filmin mola. 

Carlos Pérez: ‘Asamblea’ es tu ópera prima tras numerosos cortos. ¿Puedes adelantarnos tu próximo proyecto?

Álex Montoya: Pues he terminado ‘Lucas’, la adaptación al largo de mi corto de 2014. Estamos esperando a que se aclare el panorama para ver cómo la distribuimos.


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