‘Amor en su punto’ (Teresa de Pelegrí y Dominic Harari, 2013)

Amor en su punto 1

El cine y la gastronomía son viejos conocidos. Mostrada en acertadamente en películas como ‘Como agua para chocolate’ o ‘Comer, beber, amar’ durante la década de los 90. Posteriormente, la gastronomía estaría presente especialmente en comedia, una mezcla sugerente que daría lugar a películas como ‘Un toque de canela’, ‘La cocinera del presidente’, ‘Julie y Julia’ o ‘Soul Kitchen’.

‘Amor en su punto’ es una propuesta que utiliza la mezcla de gastronomía con comedia pero que añade el ingrediente de romance. Esta coproducción entre Irlanda y España sigue la estela de otras producciones europeas como ‘Deliciosa Martha’ o ‘El chef’. Propuestas irregulares como ‘Fuera de carta’ o ‘Dieta mediterránea’ u otras mejores como la elegante ‘Bon appétit’ o la interesante ‘18 comidas’ son ejemplos del cine español donde el mundo culinario marida con el cinematográfico.

Amor en su punto 2

Teresa de Pelegrí y Dominic Harari vuelven a colaborar en la dirección. Es su segunda propuesta conjunta tras ‘Seres queridos’, una comedia, con tintes teatrales, donde Leni, perteneciente a una familia judía, les presenta a su novio Rafi, palestino. Esta incómoda situación provoca aun más situaciones que combinan crítica social, sátira y comedia. Ese tipo de mezcla lo vuelven a intentar con esta película aunque reduciendo la trama de crítica social y sátira.

Oliver es un reconocido periodista gastronómico de Dublín. Sin embargo, el éxito en su vida sólo es profesional debido a que es un desastre en las relaciones sentimentales, teniendo una larga lista de rupturas. Justo después de ser abandonado por su última pareja, conoce a Bibiana, una idealista española que sueña con cambiar el mundo. La atracción de Oliver por la joven es inmediata; a pesar de no haberlo causado una buena primera impresión. Ella es un imán para las relaciones imposible y él es alérgico al compromiso. Unos caracteres tan opuestos que provocarán que el amor sea irremediable.

Amor en su punto 3

‘Amor en su punto’ tiene los ingredientes elementales para una comedia romántica: Dos polos opuestos que se tienen algo de ojeriza al inicio pero que, poco a poco, acaban gustándose. Hace poco ya se vio la efectividad de esta fórmula con ‘Corazón de León’. En este filme la originalidad era un elemento a tener muy en cuenta, ya que el aporte de cierto aire de frescura hace de una típica comedia romántica algo diferente de ver. Sin embargo, en ‘Amor en su punto’ ese toque de originalidad está menos presente. Los directores pisan sobre seguro en la mayor parte del filme, teniendo como toque original las buenas intenciones ecológicas de Bibiana (interpretada estupendamente por Leonor Watling) que dan esa pincelada de crítica social. La química entre el británico Richard Coyle y Watling está bien estructurada aunque sus personajes sean arquetípicos, las dos intérpretes consiguen darle esa esencia propia de romance que espera el espectador. Sin embargo, las virtudes del filme se disipan con una mala puesta en escena, unos secundarios que están entre desaprovechados y mal ejecutados y un final que, en pos de darle ese toque original, decepciona al no seguir el programa coherentemente.

Como si fuera un menú del día, ‘Amor en su punto’ inicia con unos entrantes interesantes, continúa con un plato principal que no logra satisfacer el apetito y finaliza con un postre que mezcla la melaza con la quinina provocando que esta propuesta complazca a unos pocos y frustre a unos muchos.

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