América en los años 30

Desde la consolidación del sonoro, Hollywood y cine serán sinónimos. Superados los traumas expresivos y tecnológicos que supusieron esa gran cantidad de cambios a los que actores, actrices y directores tuvieron que hacer frente, Hollywood  pone en marcha su potente industria para generar todo un conjunto de películas basadas en tres pilares fundamentales: la reformulación de los géneros, la renovación, no solo biológica sino también sociológica y tipológica del Star System, y la diversificación de directores procedentes del cine mudo o de nueva incorporación.

No podemos olvidar nunca que el cine es quizá uno de los productos humanos que mantiene una más íntima relación con el contexto histórico y la situación social en que se produce.

¿Cuál es la realidad de la «época dorada» americana?

En 1928 accede a la presidencia estadounidense H. Hoover, quien promete una nueva era de prosperidad permanente como consecuencia de la bonanza económica de “los felices años 20”. Unos meses más tarde, en 1929, tiene lugar el crac de la bolsa de Nueva York. En un día que la historia recordará como “jueves negro”.

Mgazinema - wall_street_crash La Gran Depresión comenzará a modificar la vida americana, y por tanto su forma de hacer y concebir el cine.

La recesión económica es inmediata, y sus consecuencias trágicas. Se reducen los ingresos personales más de un 50%, hay una fuerte tasa de desempleo junto a una fuerte devaluación del dólar. El hambre y desanimo se apodera de la población, el número de suicidios aumenta dramáticamente, familias enteras se ven forzadas a vivir en pésimas condiciones, y con ello la violencia escala. Para 1932 se tocaba fondo y las nuevas elecciones llevan a la presidencia al demócrata Roosevelt que basó su campaña en promesa de recuperación económica a través de un programa de reformas que abogaba por prestaciones sociales a los sectores más necesitados junto a planificación económica por parte del Estado, orientando los primeros meses de su mandato en este sentido, se alivió la situación de precariedad en sectores, tanto productivos e industriales, como el del arte, cine o teatro. Este proyecto se conoce como “New Deal”.

En este contexto se inicia el cine americano de los años 30, la depresión económica afectará enormemente al cine, que tendrá por un lado problemas para producir debido a la escasez de medios y recursos, mientras que a su vez verá incrementado su atractivo y fama, ya que una de las causas del ascenso de la industria cinematográfica, será la asistencia masiva de público al cine en busca de una herramienta de evasión y olvido momentáneo de los problemas cotidianos. El cine será desde este momento un refugio a los problemas de la población.

La crisis quebraría la fe en el sistema capitalista y en la sociedad americana. Reflejo de ello es la literatura de los años 30. Escritores del “Realismo Social” como John Dos Passos o Steinbeck, pondrán el dedo en la llaga con sus novelas. Algunas de estas obras serán llevadas a la gran pantalla. Un ejemplo de ello es la obra de Steinbeck ‘Las uvas de la ira’, por la cual consiguió un premio Pulitzer en 1939 y que fue llevada a la gran pantalla por John Ford en 1940. Otras películas que harán un análisis crítico de los problemas del país serán ‘Soy un fugitivo’ de Mervyn Le Roy o ‘Tiempos modernos’ de Chaplin.

El New Deal fue también un proyecto de recomposición ideológica del país o al menos un intento de devolver la confianza en el futuro al pueblo americano. En este sentido los medios de comunicación jugaron un papel vital. Desde la radio Roosevelt lanzaba todos los sábados un mensaje tranquilizador al pueblo americano, y junto a la radio el cine también participará en este rearme ideológico dando mensajes de americanismo con películas en las que se explica el funcionamiento de las instituciones, otras en las que se dramatizan las actuaciones del FBI, pero quizá las películas biográficas sobre los grandes americanos, las históricas y otras donde aparecen sus monumentos civiles fuesen las que más calado tenían.

MagaZinema - New Deal

En este proceso de americanismo, también participa la renovación de las estrellas, se introducen actores que recuerdan al americano medio. Las actrices serán más cercanas al espectador, con comportamientos más novedosos, ya no son las vampiresas de los años 20, ahora son mujeres liberadas y emprendedoras. Frank Capra trabajó en este sentido subrayando la capacidad de las instituciones y la belleza de la vida americana.

Las salas sufrirán una gran transformación, ya no se harán los grandes palacios, las salas serán más pequeñas y acogedoras, incluso cambiarán de nombre, ahora se llamarán “Liberty”, “Roosevelt” o “Lincoln”, propiciando el americanismo.

Los grandes estudios apoyaran desde Hollywod el “New Deal” a través de noticiarios adaptados a la nueva imagen popular del Presidente de los Estados Unidos. Uno de los estudios más importantes en la difusión de estos noticiarios, será Warner, respaldando con sus producciones la gestión de la administración y la buena voluntad de la población para afrontar la crisis.

El cine contribuirá irremediablemente al inconsciente del pueblo americano proporcionando valores éticos, no podemos olvidar que los medios educativos más significativos de aquella época eran la escuela y el cine. Se produce así una extraordinaria sintonía entre la industria del cine y la administración, apoyándose y sirviéndose unos de otros. Por ello se concederán al cine grandes privilegios creándose en Hollywood una de las fuerzas económicas más importantes del mundo, una que aún perdura.

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