Crítica de ‘Mistress America’ (2015, Noah Baumbach)

Cartel de Mistress America

Título original: Mistress America

Año: 2015 (Estados Unidos)

Duración: 84 min.

Director: Noah Baumbach

Reparto: Greta Gerwig, Lola Kirke, Matthew Shear, Jasmine Cephas-Jones, Heather Lind,Michael Chernus, Cindy Cheung, Kathryn Erbe, Dean Wareham

Guion: Noah Baumbach, Greta Gerwig

Fotografía: Sam Levy

Música: Dean Wareham, Britta Phillips

Género: Comedia

Sinopsis: La vida de Tracy, una joven solitaria y muy poco popular estudiante de primer año, sufre un completo cambio cuando aparece en escena la impetuosa y aventurera Brooke, una treintañera que se va a convertir en su hermanastra, pues la madre de Tracy está a punto de casarse con el padre de Brooke.

Crítica de ‘Mistress America’

por Lourdes Lulu Lou

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«Título, Ensalada mixta cuya textura y consumo no enriquecen«

Y sigo esperando que tanta cháchara me cause algún tipo de emoción, interés o frenesí, y sigo pensando dónde quedó la gracia hilarante, diversión brillante, ingeniosa ocurrencia vendida en palabra escrita…, y sigo preguntándome qué es este teatro de marionetas, de incesante movimiento pero poca atención prestada por parte de una espectadora que mira, escucha, sigue todo el proceso y trata de adaptarse al baile circense pero los pasos la agotan, desactivan y cansan pues ni tienen motivación, ni conexión, ni seducción para con unos oídos que sólo presencian adulación hacia el propio artista creativo que escribe, produce y dirige una presunta inteligente comedia que a la presente se le escapa pues, continuo e inacabable parloteo, respirado con pérdida afectiva y apenas atrayente, es lo único que encuentro.
Verdad es su rapidez escénica, sus afiladas sentencias, su jovial ritmo de caos frenético, su loca vitalidad, su acelerada marcha, sus pasionales ganas, su inagotable espíritu, su delirante camino, su animoso carisma con el que se presenta y lleva todo el recorrido, su ambiente «cool»… pero entiendo que no es mi estilo, única explicación que hallo ante tanta elocuente alabanza donde yo no pillo el humor, ni la ironía, ni la diversión, ni la gracia, sólo mirada ofuscada por no hallar estela cautivadora o sugestiva que digerir con gusto.
Y el problema no radica en que no sea admiradora o conocedora del trabajo de Noah Baumbach, adoré la frescura de ‘Frances Ha’ y me entusiasmó el retrato generacional que realizó en ‘Mientras seamos jóvenes’, tampoco reside mi falta de acoplamiento con la cinta, esa escasez de enganche y nexo para con la obra recreada con el retrato de la juventud neoyorquina que ofrece, emprendedores y hambrientos, de vida impredecible y abrupta buscan destacar entre tanta luz desbordante que ilumina un segundo para olvidarse al siguiente de su paso por su centro, brillar como sea, ingeniar sin parar, moverse continuamente, fingir y actuar, competir con quien se oferte, todo vale por no abandonar su sueño y seguir vivo al pie de la gran manzana, por la oportunidad de estar y no fallar, de inventarse, de ser obsesivamente autodidacta, esos personajes radicales y excéntricos que rodean a la hiperactiva protagonista para adornar esa relación de admiración, amor y tristeza que se establece entre las hermanas, aún no políticas, donde la impopular, aislada y desencajada co-protagonista observa, al tiempo, el escudo protector que presenta tan hermosa figura para que nada le haga daño y poder seguir en la cumbre de las redes sociales, donde tiene lugar lo realmente importante, hasta ese momento catastrófico de interior lectura donde uno reconoce el error, la caída y el cambio de actitud y ruta pero, aún con toda la referida presentación de lo captado y leído por el intelecto, sigo con la misma tortura, se sigue sin hallar la agudeza, sabiduría, salero, exquisitez o disfrutada complacencia de una visión que únicamente es consciente del pase de alterados personajes que copian mucho de un añorado Woody Allen -también es sabido el honorífico título que se le otorga, al comandante de esta amante americana, como heredero natural del cine del ahora, más clarinetista que loable director y escritor de excelentes tiempos pasados; de ahí mi apetencia por el encuentro-, y, tampoco está la enigmática cuestión, la distancia emocional y cognitiva respecto la representación exhibida en las logradas interpretaciones -magnífica y deslumbrante Greta Gerwig-, o en el sentido de la dirección, o en la cuidada y meticulosa fotografía, o en su dinámica banda sonora, simplemente el guión no logra encender ninguna llama ni provocar fascinación o atracción por sus palabras y gestos, más bien saturación de exponer en demasía cuando menos de más enlace, apego y unión hubiera sido más agradecido.
«El camino es el camino, no tiene nada contra ti», pero puede que yo si tenga queja de una superheroína vigorosa y exuberante y de su recién adquirida hermana del alma, de sus amigos y de todo el recreo, alboroto y tiovivo ofrecidos porque estoy al margen de su alegría, distracción, alteración y entretenimiento viendo como la marioneta principal circula por esa etapa de madurez, los fatídicos y necesarios 30, respaldada por veinteañeros que llegarán igual de aturdidos y acelerados a tan gloriosa edad y no logro evocar ni mediana sonrisa, ni mínimo escarceo de aprecio por la jarana o de degustación sabrosa por la escurridiza juerga presentada.
Todo se esfuma y evade, sólo confundida desgana aspirada se establece, tanta sabiduría argumental para dibujar esa inmadurez obligada a crecer y perpetuarse en su lugar correspondiente es experiencia inmune que se percibe con distancia, ni excitación, ni curiosidad ni embriaguez ni arrebato ni simpatía ni devoción ni cordialidad por su desenlace, únicamente lejanía y ausencia receptiva ante un filme del que esperaba mucho y del que, con admitido dolor y desilusión, he salido vacía y apagada, defraudada por la ilusión frustrada.
“Si no estoy en mi cuerpo ¿dónde estoy?, un metro a la izquierda siendo infeliz”, óptima y acertada descripción de mi estado de ánimo e impresión tras el paso por su compañía y visualización.
“Tienes que habitar en tu propio cuerpo”, en esas estamos pero, me has dejado poco margen para poder rebatir que no eres la interesante ni deslumbrante cinta prometida.

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  • 5/10
    Realización - 5/10
  • 6/10
    Fotografía - 6/10
  • 6/10
    Montaje y Edición - 6/10
  • 6/10
    Música - 6/10
  • 5/10
    Guión - 5/10
  • 5.5/10
    Interpretaciones - 5.5/10
5.6/10

Resumen

Lo mejor: El retrato de la juventud neoyorquina, su protagonista, fotografía y música, su intento de fresca mezcolanza.
Lo peor: Su guión, como texto pronunciado, te deja cojo y desamparado al no poseer el carisma envolvente de los demás elementos.

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Tráiler de ‘Mistress America

 

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