‘Killing Eve’, Una serie de espias contada de otra forma

El pasado lunes, 9 de abril, se estrenó en HBO España ‘Killing Eve’ (cada lunes podremos disfrutar de un nuevo capítulo). La nueva serie de la BBC America, que ha debutado con éxito de crítica y ya ha sido renovada, es un thriller atípico, creado por la inglesa Phoebe Waller-Bridge (autora de la excelente ‘Fleabag’), cuya marca personal es evidente por razones que a continuación explicaré. Un sello distintivo con el que se aleja de otras series del mismo género. Lo que parece convencional cambia de dirección, dando un tono fresco a lo habitual.

Basada en las novelas de Luke Jennings, la serie se centra en dos mujeres antagónicas, pero complementarias. Por un lado, tenemos a Eve Polastri, interpretada por Sandra Oh (‘Grey’s Anatomy’), una agente del MI5 encargada de las tareas burocráticas, aburrida de su trabajo, que le aleja del sueño de ser espía. Su monotonía desaparece cuando les dice a sus superiores que el asesino internacional que andan buscando es mujer (el espectador sabe que es así). De hecho, resulta absurdo y cómico el modo en que esto sucede. Durante la reunión, se apuesta dinero con su jefe a que el crimen a investigar lo ha cometido una asesina (no un asesino). Eve, sufriendo una buena resaca, asiste al gabinete de crisis, que analizará las causas y las consecuencias del homicidio de uno de los políticos más polémicos de Rusia.

Por otro lado, encontramos a Villanelle (Jodie Comer, ‘My Mad Fat Diary’), una psicópata a la que le encanta su trabajo, una asesina a sueldo rusa que opera por el mundo (en el primer episodio actúa en Viena, París y la Toscana) encargándose de liquidar a personas influyentes. Es elegante, lista y totalmente insensible. El inicio del episodio es brillante, define al personaje a la perfección.

Precisamente, la creadora destaca por su extraordinario talento para dibujar personajes complejos, lúcidos e inquietos, y hacer comedia a partir de situaciones deprimentes en las que podemos identificarnos fácilmente. La presentación de las protagonistas es impecable, gracias a un guion inteligente, que subvierte un argumento trillado. Para ello, se sirve de un sentido del humor muy propio de Waller-Bridge, que toca muchas teclas: la sutileza, la explosión, la perspicacia, lo políticamente incorrecto.

Hay mucho humor negro, frivoliza sobre asuntos que debieran ser graves, parodia escenas que hemos visto infinidad de veces (la secuencia del interrogatorio, por ejemplo). Mezcla el tono paródico con escenas serias realmente sombrías y duras, secundadas por canciones que no tienen nada que ver con la tensión de la narración (la música tiene un papel importantísimo). Su gran acierto es que muestra lo típico de una forma distinta, el juego del gato y el ratón contado diferente.

Sin duda, tendremos que seguir muy de cerca a Phoebe Waller-Bridge, a la que HBO ya le ha encargado el piloto de Run’ (una serie que mezclará comedia romántica y thriller), que de nuevo ha sido capaz de sorprendernos gratamente con ‘Killing Eve’, una combinación de drama y comedia sobre la caza de una asesina a sueldo sin escrúpulos, o lo que es lo mismo, una serie de espías contada de otra forma.

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