Especial Sitges (III): ‘Sin ley (Lawless)’ (John Hillcoat, 2012)

La tercera parada del Sitges Tour A Contracorriente se viste de etiqueta para traer ‘Sin ley (Lawless)’, última película del australiano John Hillcoat, presentada en la Selección Oficial de la 65 edición del Festival de Cannes, hace ahora ya tres años. El director de ‘La carretera’ da un giro drástico para traer una propuesta que va a caballo entre el western y el cine de gángsters.

Los hermanos Bondurant, en tiempos de la Ley Seca, desafiaron todas las prohibiciones para realizar contrabando de bebidas alcohólicas. A partir de la fabricación de whisky casero, los miembros de la banda de traficantes que pertenecen a una sola familia, se convertirán en criminales involuntarios y tendrán que ser astutos si no quieren sobrevivir. Los hermanos tendrán que enfrentarse al agente especial Rakes, un policía corrupto que les hará la vida imposible por no pagarle una cuota.

Hillcoat ha demostrado en sus anteriores propuestas una interesante destreza a la hora de combinar géneros. Si en ‘Ghost… of the Civil Dead’ trajo una sensacional propuesta del drama con el terror gracias a un enfoque de supuestos; y ‘La carretera’ supo equilibrar el cine apocalíptico con el drama; ahora llega un intento de combinar dos tipos de cine que parecen ser el agua y el aceite.

‘Sin ley (Lawless)’ parte de hechos reales, los recogidos en ‘The Wettest County in the World’ de Matt Bondurant sobre la vida de su abuelo y sus dos hermanos en los años plenos de la Ley Seca en Estados Unidos. Aunque, todo hay que decirlo, la forma en que se muestran pone en cuestión si el nieto no haya podido exagerar en lo que relata. Pelillos a la mar, lo importante es ver cómo Hillcoat ha combinado tales géneros.

Porque el realizador australiano ha sabido tejer una historia coherente y con fuerte dosis de acción. ‘Sin ley (Lawless)’ tiene aroma a western clásico, del que ahora no se ve. Ha sabido homenajear a clásicos del género como ‘Sin perdón’. Pero también tiene ese gancho de cine noir, ese que se adentra en la oscuridad de la mafia, los gángsters y la crónica negra, de ahí y también porque parte de hechos reales, hace que venga a la mente la inmortal ‘Bonnie y Clyde’.

El músico Nick Cave vuelve a colaborar con Hillcoat tras la notable ‘La propuesta’. Cave vuelve a crear un western dotado de venganza, rencor y tipos heroicos. Sin embargo, esta propuesta, pese a tener todos los ingredientes para un film épico, no tiene esa esencia de gran nuevo clásico, cosa que la anterior sí anhelaba. El filme parece carecer de ambición, en su último acto ya se ve puede intuir el desenlace, le falta nervio, factor sorpresa. Pese a su excelente elenco; Tom Hardy, Jason Clarke y Shia LaBeouf están geniales como los hermanos Bondurant y a un nivel superior esas dos actrizones llamadas Jessica Chastain y Mia Wasikowska; ese malvado villano que hace Guy Pearce, toda una eminencia del cine australiano, que se convierte un psicópata con buen gusto y frío como el hielo; y ese gran Gary Oldman, que aunque breve, está grande en las escenas que tiene; da la sensación de estar desaprovechado, los personajes de Chanstain, Wasikowska y, sobre todo, Oldman hubieran dado para más.

Con todo, ‘Sin ley (Lawless)’ no es una mala película, ni siquiera fallida, cierto que no llega a ser un film épico, muy propio de lo que debería ser viniendo de donde proviene, pero se está ante una correcta producción, coherente y que, aunque no encante, consigue mantener al espectador atrapado en esa historia de estos pícaros hermanos. ‘Sin ley (Lawless)’ no será magistral, pero nadie dice que no a una tarde de cine con palomitas.

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