«Deja que Jesús te folle» (Titiriteros del cine):
Una repaso por películas polémicas por las que nadie está en la cárcel

Advertencia: Este artículo recomienda películas no recomendadas para menores de 18 años.

El bochornoso incidente de los titiriteros ha abierto un debate sobre la libertad de expresión que muchos creíamos superado desde hace muchos años. El contenido de la obra por la que Raúl y Alfonso están en la cárcel, es en realidad bastante inocente. ¿Comparado con qué? Con buena parte de la historia del cine del siglo XX, por ejemplo.

Hay muchas películas que han provocado a lo largo de la historia. Muchas películas maravillosas que pueden ser acusadas de enaltecer conductas impropias, hechos delictivos, o de provocar por encima del respeto a colectivos, religiones, etc. A muchos de sus directores o creadores les han criticado por ello, a otros les han premiado. En cualquier caso, a ninguno se les ha metido en la cárcel en una democracia libre y moderna. Nadie puede definir qué es arte y qué no, así que a la ley no le queda más remedio que respetar que todo lo que pueda ser entendido como arte, es arte, nos guste o no. Juan Diego Botto nos recordaba en Twitter aquel cómico sketch de Louie CK sobre la Iglesia Católica. Se preguntaba también si en España hubieran metido a Louie en la cárcel. Hace una semana hubiera pensado que no. Hoy no lo tengo tan claro.

Uno puede discutir si es mejor o peor gusto, desde luego, pero personalmente admiro a esas películas, a esos cómicos, y a esos escritores que se han expresado rondando los límites de la libertad de expresión. Les admiro porque me gusta el cine que no se coloca en lugar seguro. Creo que es el cine que nos hace más fuertes, el cine que nos hace más libres, o que nos abre la mirada a otras formas de entender al ser humano y sus complejos universos personales. Durante estos días me he acordado mucho de estos cineastas valientes y libres. Me pregunto si en España estamos condenados a la autocensura por el miedo. La jurisprudencia que pretende imponer el juez Ismael Moreno Chamarro es peligrosa precisamente por eso, porque mete miedo. Ningún creador debería tener miedo. El miedo paraliza y el arte necesita movimiento.

Se ha criticado que en el espectáculo de los titiriteros el personaje de la monja sea violada y apuñalada por un crucifijo. Inmediatamente, me ha recordado a El exorcista’ (William Friedkin, 1973) donde – como veíamos al principio – nada más y nada menos que una niña se masturba con un crucifijo y le grita a su madre “deja que Jesús te folle”. Parece una provocación demasiado bestia, sobre todo para la época. ¿Cómo es posible que pasara la censura? No solo la pasó, sino que fue nominada al Oscar a mejor película, mejor actriz, y mejor director, entre otros, y ganó mejor guión adaptado y mejor sonido.

El-exorcista-MagaZinema

Se ha mencionado mucho estos días ‘El hundimiento’ (Oliver Hirschbiegel, 2004). Nadie en Alemania metió a sus creadores en la cárcel por presentar a Hitler como un personaje humano. Él fue responsable de la muerte de seis millones de judíos y su papel en la historia del siglo XX es mucho más peligroso que el de cualquier etarra. Y sin embargo la película es necesaria. Es necesario conocer a Hitler, saber quién es. ¿Por qué no?

El Hundimiento - MagaZinema

Estas películas que menciono ahora son hasta comerciales, son amables con el público y no acaban de ser políticamente incorrectas. Pero hay muchas otras que sí lo son. Hay muchas otras que son desagradables y provocadoras hasta límites que levantarían sospechas. Todd Solondz, uno de mis directores favoritos, presenta en Palíndromos’ (2004) una secuencia donde un hombre hace el amor a varias niñas que disfrutan con él. La secuencia produce desasosiego en el espectador porque no queda claro si se está haciendo cierta poesía o apología de la pederastia. A mí me produjo estupor y desconcierto, y sin embargo, admiro su valor como artista por traspasar las fronteras del bien. Con Happiness’ (1998) donde también se toca el tema de la pederastia con cierta ambigüedad, Todd Solondz ganó el primer premio de su sección en Cannes, y fue nominado también a un Globo de Oro. Que yo sepa nunca se sentó frente a un juez. Cualquiera puede entender que los pederastas eran sus personajes, no él.

Happiness - MagaZinema

En el año 2000 Virginie Despentes dirige una adaptación de su novela homónima Baise-moi, traducida al español como Fóllame’. En ella dos mujeres se prostituyen y matan violentamente a los hombres con los que mantienen relaciones sexuales. La película es perturbadora y compleja, y parece que no juzga a unos personajes que son claramente presentados como una pareja de asesinas despiadadas. Todo lo contrario. Las expone como víctimas de la sociedad, ejerciendo una especie de poética venganza del género femenino. Es una cinta provocadora y desagradable. Fue nominada a mejor película en el Festival de Cine de Gijón.

Fóllame_MagaZinema

En 1973 Sam Pekinpah dirige ‘Perros de paja’, una película sobre cómo una pandilla de salvajes habitantes de un pueblo en Inglaterra asedian la vivienda de un profesor y su mujer. Ella es originaria de ese pueblo y unos de los atacantes, su antiguo novio de la infancia. La mujer es violada por varios hombres durante el asedio a la vivienda, pero en vez de sufrir durante la vejación, de pronto parece que empieza a gozar. La secuencia es repugnante, machista, irrespetuosa y denigrante para la mujer. La película sin embargo se enseña en las facultades de cine. Es una de las obras maestras del siglo XX. Muy pocos dirán lo contrario.

https://www.youtube.com/watch?v=99teI2xhUZk

En España, en 1961, ‘Viridiana’ (Luis Buñuel, 1961) pasó la censura del mismísimo Franco hasta que ganó la Palma de oro en Cannes y el Vaticano la censuró, obligando a Franco a destituir al Director de cinematografía y prohibir la película. En ella Luis Buñuel nos expone las extrañas relaciones sexuales entre una joven monja y su tío, que la viola porque se parece a su difunta esposa. Evidentemente no hay escenas de sexo explícito, pero no hay que ser muy inteligente para entender la trama oculta gracias a la brillante ironía y la utilización del subtexto, el fuera de campo y la elípsis por parte de uno de los grandes genios de nuestra filmografía. Exiliado en Méjico por culpa de la censura y la represión franquista, Buñuel se hartó de provocar desde su primera película hasta la última.

Viridiana-Cena_MagaZinema

Provocaciones con la Iglesia, Dios, la Virgen o Jesucristo hay miles en la historia de nuestra filmografía. Después de cientos de años de represión por parte de La Iglesia, la libertad de expresión en el siglo XX abre la veda del desahogo. Pero no es solo un capricho de anarquistas, ateos o revolucionarios. En la primera secuencia de la reciente serie americana Californication’ (Tom Kapinos, 2007) una monja le practica una felación al personaje que interprea David Duchovny en el altar de una iglesia frente a la mirada atónita de Jesucristo. Aplaudo cuando la televisión norteamericana ejerce su libertad de expresión a lo bestia en primetime. Personalmente, como cineasta, me anima a no cortarme un pelo. La libertad de expresión es la única droga que no da resaca.

Pero a nuestros compañeros titiriteros se les acusa de enaltecimiento del terrorismo. En este caso, como ya explicaba al principio, sus personajes no son terroristas. ¿Pero qué ocurriría si lo fueran? ¿Se explicaría entonces su encarcelamiento? Habría que meter en la cárcel entonces a Michael Caton-Jones, que dirige ‘Chacal’ en 1993, y también a Richard Gere y Mathilda May, que interpretan a un terrorista del IRA y a una de ETA respectivamente en esa película. Ante la amenaza de un temible asesino que interpreta Bruce Willis, ambos personajes son llamados a colaborar con el gobierno norteamericano por las habilidades que adquirieron en su pasado como terroristas. Ninguno de ellos se presenta como peligroso ni como psicópata. Más bien todo lo contrario. Son los héroes de la cinta.

Chacal - Richard Gere y Sidney Potier - MagaZinema

Vuelvo al cine independiente para acordarme de Los edukadores’ (Hans Weingartner, 2004). En ella un joven grupo de anarquistas secuestran a un banquero y se lo llevan a una casa en la montaña. Durante su encierro, el banquero y los anarquistas consiguen intimar a través un diálogo entre generaciones que encierra un trasfondo político complejo. El personaje del banquero, casi como aquel del cuento de Pessoa, en su juventud también fue anarquista, y durante el metraje poco a poco empatiza con sus secuestradores. La historia es un retrato humanista y comprensivo de un grupo de anarquistas que ejercen el terror a través de un secuestro. La película estuvo nominada a la Palma de Oro en Cannes y Daniel Brühl, que interpreta a uno de los terroristas, ganó el premio a mejor actor en los premios de la Academia de Cine Alemán.

Los Edukadores - MagaZinema

Jaime Rosales fue nominado a la Concha de Plata en el Festival de Cine de San Sebastian con su película Tiro en la cabeza’ (2008). La cinta retrata con absoluta distancia y objetividad la vida normal de un etarra que después de pasar una jornada anodina con su familia y amigos, dispara a un policía en la cabeza y lo mata. La película provocó polémica, y hubo quien se escandalizó ante un retrato demasiado humano del criminal. Jaime Rosales explicó en una entrevista que su objetivo era subrayar la necesidad de entender al ser humano. No sé si Rosales pudo caer o no en algún delito de enaltecimiento del terrorismo, tampoco ningún juez se lo planteó. Lo que sí parece claro es que su película humaniza a un terrorista, representándolo como una persona con una vida cotidiana normal. Para eso existe el arte, entre otras cosas, para entender al ser humano.

Tiro en la cabeza - Jaime Rosales - MagaZinema

Durante estos días he escuchado muchas críticas por parte de diversos sectores de la sociedad sobre lo inapropiado de frivolizar sobre la violencia de ETA. Me sorprende mucho viniendo de un país cuya taquilla ha premiado y aplaudido con cincuenta millones de euros una película como 8 apellidos vascos’ (Emilio Martínez Lázaro, 2015), donde se hacen varios chistes sobre el tema. En Euskadi el programa de televisión ‘Vaya semanita’ tiene muchísimo éxito, y en él se emiten sketches con encapuchados y etarras con pistola que son protagonistas de numerosos chistes. Chistes por los que hasta ahora nadie ha ido nunca a la cárcel.

Ocho apellidos vascos - MagaZinema

Después de hacer este breve repaso, me gustaría que el lector se hiciera la misma pregunta que me hago yo. Más allá del buen o mal gusto, de la reivindicación, de la provocación o del mero panfleto, cabe preguntarse por qué, si ninguna de las personas responsables de las obras que he mencionado antes estuvieron en la cárcel, los titiriteros sí que deben estar en ella. 

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Polo MenárguezEl artículo está firmado por Polo Menárguez (Madrid, 1988), director de cine de la aclamada ‘Dos amigos’ (2013) y recientemente galardonado en el Festival de Cine de Zaragoza como Mejor Cortometraje por «Si tuvieran ojos» (2015).

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2 comentarios en “«Deja que Jesús te folle» (Titiriteros del cine): <br/><small>Una repaso por películas polémicas por las que nadie está en la cárcel</small>”

  1. No olvidemos varias cosas:
    1. Que nuestra libertad acaba donde empieza la de los demas.
    2. Que se trataba de un espectaculo infantil y que el publico presente no superaba los 5 años.
    3. Que en la historia habia apuñalamientos, violacion, aborto, ahorcamientos…por supuesto que en la historia del cine habra habido contenidos similares y peores, pero no en una pelicula para niños. Cada cosa en su sitio.
    4. No creo que los autores sean terroristas de eta, pero si han cometido un atentado. Contra el sentido comun. Contra la moral. Cobtra el respeto. Y contra la infancia.
    5. Y para terminar, aunque quizas esto no lo comprendad hasta que seas padre, tener que decirle a un niño que nos vamos a casa cuando aun no ha terminado la funcion wue lleva todo el dia esperando que llegue con esa ilusion tan grande….eso es para indignar, y con razon, y un insulto contra todo el publico presente. Niños y padres

    1. Hola Lucía. Respondo punto por punto.

      1. «Nuestra libertad acaba donde empieza la de los demas» es una frase bonita, pero jurídicamente no tiene mucho valor a la hora de aplicar una sentencia. Las leyes deben definir bien los límites de la libertad para que no haya nadie en la cárcel injustamente. La constitución recoge la libertad de expresión con libertad plena para la expresión artística. Una obra de ficción, cualquiera, es una expresión artística y como tal se acoge al derecho a la libertad de expresión sin limitación. Por lo tanto, tu derecho a ofenderte queda subordinado en la ley a mi libertad de expresión en una creación artística. Respeto que esto no te guste pero es nuestra constitución.

      2. No te lo discuto. Seguro que hay sanciones administrativas y multas que se pueden aplicar. Aunque creo que se debieran aplicar en todo caso a los programadores del carnaval, y no a los representantes de la obra, que en todo momento dejan muy claro en su dossier y en varias declaraciones que la obra no era para niños.

      3. Creo que el atentado contra el sentido común no está recogido en nuestra legislación. Lo voy a mirar. (…) Ya lo he hecho. No, no está recogido. No se puede atentar contra la moral, ni contra el respeto a través del contenido de una obra de ficción. Esto lo he explicado un poco en el punto uno. Se puede atentar contra la infancia matando niños, violándolos, o pegándolos. Programando una obra de adultos en horario infantil lo único que se puede hacer es herir su sensibilidad. Y hasta ahora en nuestra legislación herir la sensibilidad de un niño no es algo que se pene con penas de cárcel. De lo contrario ya se cuidarían muy bien en los telediarios y en las parrillas de programación de no emitir imágenes violentas, cosa que sí hacen. Hoy probablemente lo han hecho dos o tres veces en cada cadena, y miles de niños las habrán visto. Curro en la tele, te lo puedo asegurar.

      5. No soy padre. Debe ser durísimo explicarle a un niño que no puede ver una obra de teatro. No me puedo ni imaginar lo duro que debe ser para el niño tener que volverse a casa pensando en este gris y oscuro mundo donde las funciones se quedan a la mitad porque hieren su sensibilidad. Debe ser algo parecido a cuando le compras un videojuego, te das cuenta de que es demasiado violento y se lo tienes que quitar. O cuando viene a casa ilusionado porque todo el mundo habla en el cole de la última peli de super héroes y tú le tienes que explicar que aunque el resto de niños la han visto, él no puede verla porque no la consideras apropiada. He sido testigo alguna vez de discusiones así. Ser padre es duro y os admiro a todos los que tenéis hijos.

      Ahora bien, si después de todo esto que te cuento, sigues pensando que los dos titiriteros deben de estar en la cárcel, más duro va a ser para ese niño crecer en un país donde la libertad de expresión en cualquier expresión artística se ve penada con penas de cárcel. Le puede pasar a tu hijo si te sale artista y provocador. A mí madre le ha pasado conmigo, y eso que ella quería fuera médico.

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