‘Wałęsa, la esperanza de un pueblo’ (Andrzej Wajda, 2013)

Magazinema Walesa 1

Este pasado 2014 el cine polaco ha dado tenido grandes alegrías. La película ‘Ida’ de Paweł Pawlikowski fue la gran triunfadora de los Premios de Cine Europeo y está nominada al Oscar a Mejor Filme de Habla No Inglesa; es la gran favorita para ganar y, en caso suceda, se convertiría en el primer filme polaco en alzarse con la estatuilla. Importantes cineastas como Roman Polanski o, del que se va a hablar ahora, Andrzej Wajda, lo han intentado antes sin un resultado satisfactorio. De hecho, en 2013, Polonia envió el último largometraje dirigido por la leyenda viva Wajda, ‘Wałęsa, la esperanza de un pueblo’.

En 1970 surgen las conocidas revueltas de los astilleros en la ciudad polaca de Gdańsk, donde una huelga acabó en detenciones indiscriminadas y víctimas mortales. Fruto de esa sangrienta revuelta, surgirá como líder sindical Lech Wałęsa, electricista de profesión, encarcelado durante un año y que se convertirá en el líder del sindicato clandestino Solidaridad, que será símbolo de la transición de Polonia de un gobierno comunista a uno democrático.

Magazinema Walesa 2

Wajda es uno de los mejores cineastas de su país, con permiso del citado Polanski como de los desaparecidos Krzysztof Kieślowski y Walerian Borowczyk. Su cine ha estado muy cercano a la realidad social de su país, un lugar azotado por un sistema muy represivo y víctima de constantes dramáticos hechos históricos. No es de extrañar, por tanto, que ya en su senectud haya optado por realizar un biopic sobre uno de los héroes que lucharon por la democracia en Polonia.

Sin embargo, el Wajda que realizó obras imprescindibles como ‘Canal’ o ‘Cenizas y diamantes’ ha decidido optar por un relato donde se muestra más la faceta del político, su vocación, que de enseñar las diferentes áreas personales del controvertido Wałęsa. Y es que la imagen del político ya no es la misma que la de hace 30 años ni el cine de Wajda es tan revolucionario y atrevido como hace 50. Con esta propuesta, el cineasta desea rendir un homenaje a aquel hombre que se arriesgó por la libertad de su pueblo, Nobel de la Paz en 1983, con el sindicato Solidaridad que estuvo a su lado. Evita cualquier referencia actual o lo que realizó después, cuando ganó las elecciones a presidente de Polonia. Aun así, Wajda no crea una imagen condescendiente de Wałęsa, ya que muestra sutilmente sus defectos en esa famosa entrevista que hizo con la periodista italiana Oriana Fallaci y que sirve de esqueleto para todo el relato.

Magazinema Walesa 3

Es cierto que su visionado da una cierta idea de la situación social y política de Polonia durante los años 70 y 80 y que acerca a la juventud que no vivió en sus carnes ese drama. Como función didáctica y de revisión histórica es efectiva. Sin embargo, Wajda ya supo tratar magistralmente esos hechos con ‘El hombre de mármol’ y, sobre todo, con ‘El hombre de hierro, donde habla de las acciones del sindicato Solidaridad.

Wajda demuestra que a su edad se pueden hacer notables filmes y que es de uno de esos cineastas al que sólo la muerte retirará. ‘Wałęsa, la esperanza de un pueblo’ funciona porque tiene un mensaje claro, porque sabe actualizarse para acercar el tema que trata y por la espléndida actuación de Robert Wieckiewicz, que físicamente es el vivo retrato de Wałęsa, como de su partenaire Agnieszka Grochowska que es la sufrida esposa del político y su fundamental apoyo. ‘Wałęsa, la esperanza de un pueblo’ es un notable ejercicio de historia, un filme biográfico de la antigua usanza. Quizás no esté a la altura de las magistrales obras del cineasta polaco pero es ver que una leyenda vida sigue en forma y que su espíritu como director y como activista sigue intacto.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *