Crítica de ‘El Benefactor’ (Andrew Renzi, 2015)

the_benefactor-poster-magazinemaTítulo original: The Benefactor

Año: 2015 (Estados Unidos)

Duración: 90 min.

Director: Andrew Renzi

Reparto: Richard Gere, Dakota Fanning, Theo James, Clarke Peters, Erica Lynne Marszalek, Ashley James, Brian Anthony Wilson, Andrea Havens, Lyssa Roberts,Dennisha Pratt, Shawn Gonzalez, Heather Soellner, Roy James Wilson, Jeffrey Mowery, Lavonne Nichols

Guión: Andrew Renzi

Fotografía: Joe Anderson

Música: Danny Bensi, Saunder Jurriaans

Género: Drama

Sinopsis: Franny es un filántropo rico y excéntrico. En un intento por revivir su pasado, acaba interfiriendo en la vida de los recién casados, Olivia, la joven hija de un amigo fallecido, y Lucas, su marido.

Crítica de ‘El Benefactor’

por Lourdes Lulú Lou

«Un adicto con culpa»

El exceso es peligroso, incluso cuando se es generoso y altruista; dar en abundancia, sin motivo ni esperarlo, puede llegar a incomodar, hasta generar esa tensión comprometida de quien agradece pero es exagerado e inoportuno, inconveniente y desproporcionado el regalo recibido.

El equilibrio de quien conoce la porción justa, para cada momento y situación, es habilidad valiosa que facilita el roce y confirma el cariño nacido con la persona/la imprudencia de quien actúa por sensaciones extremas, dificulta y violenta el contacto con el susodicho y la madurez de la amistad querida, ambivalencia que se puede decantar fácilmente, por una de ellas, si se unen la soledad y la necesidad imperiosa de expiración de la culpa.

Actores de renombre reconocido, en la vejez de su profesión -en Hollywood, a partir de los 60 la llevas clara- se están reubicando como pueden, y Richard Gere no es de los peores en dicha labor -no opta por comedias lelas, donde hacer el ridículo sin ton ni gracia-, pero tampoco acierta del todo con tragedias de escaparate llamativo, que no profundizan en el género vendido.

Aunque para él, como actor, es un papel suculento, donde sigue realizando una labor concienzuda, de interpretación exitosa y sentida; aquí como drogadicto excéntrico, dramático y apabullante, martirizado y devastado emocionalmente, a quien el dolor corroe, hasta llevarle a la desesperada demencia de quien necesita su dosis, un encantador y agobiante filántropo yonqui, llevado al límite de su locura creciente.

“Si me necesitas, llama” y la viva y colorida fotografía, más su conveniente banda sonora, son un punto a favor que llama a embellecer la tragedia, pues ésta es acomodada y llevadera; en teoría de sufrimiento y redención, en la práctica sólo cumple con el decorado, prefiere ser bienintencionada y suave, que afilada y punzante.

Cálido y templado guión, para un intenso y energético Gere que es el solo la película, ya que se deja, de banda y desnutridos, a la pareja objeto de ofuscación del héroe maldito, para centrarse exclusivamente en su desorden y martirio; “es mejor cuando tienes a alguien con quien esconderte” y el argumento deja escondido mucho, por obsesionarse en el trauma a posteriori surgido y relegar, el thriller de inicio, a olvido no resuelto.

Realizada para gustar y no irritar, para ser abrazada con mesura de preocupación, que ni inquieta ni molesta; celebra la vida y el final de los fantasmas con un benefactor que luce por su intérprete, no por la historia que le respalda.

Busca ser aceptada, no recordada.

 

  • 5.5/10
    Realización - 5.5/10
  • 6.5/10
    Fotografía - 6.5/10
  • 5/10
    Edición y Montaje - 5/10
  • 6/10
    Música - 6/10
  • 5.5/10
    Guión - 5.5/10
  • 6.5/10
    Interpretaciones - 6.5/10
5.8/10

Resumen

Lo mejor: Richard Gere y su explosión interpretati
Lo peor: no pretende ahondar en nada, únicamente relatar moderadamente.

Tráiler de El Benefactor

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